Mataron a dos adolescentes y enfrentan prisión perpetua

Cinco miembros de la pandilla MS-13 fueron acusados el viernes por un jurado federal de Virginia por su papel en el secuestro y asesinato de dos adolescentes en 2016.

Fuentes del Distrito Este de Virginia identificaron a los acusados como Elmer Zelaya Martínez, Ronald Herrera Contreras, Henry Zelaya Martínez, Pablo Velasco Barrera y Duglas Ramírez Ferrera.

Ellos, junto con sus cómplices, atacaron primero a un joven de 17 años residente del área de Falls Church, Virginia, al sospechar erróneamente que era miembro de una pandilla rival, según se constató posteriormente.

Después hicieron lo propio con otro adolescente, de 14 años, quien vivía en el área de Alexandria, en el mismo estado, de quien sospechaban que era un informante de la policía, lo que también resultó falso.

El primer crimen se perpetró el 28 de agosto de 2016, cuando la pandilla atrajo a Edvin Eduardo Escobar Méndez, hasta el parque Holmes Run Stream Valley en el condado de Fairfax con el pretexto de que «habría una reunión de pandillas».

Allí, en una zona boscosa del parque, los pandilleros “lo sujetaron, atacaron y mataron, apuñalándolo salvajemente con cuchillos, un machete y un pico”, según indicó la fuente judicial.

El segundo incidente ocurrió al mes siguiente, el 26 de septiembre, donde atacaron al jovencito Sergio Anthony Arita Triminio, de 14 años después de hacerlo salir de su casa en Alexandria, Virginia, al sospechar “erróneamente” que era un informante de la policía.

Varios pandilleros llevaron al adolescente al mismo parque donde habían matado a Escobar Méndez y también procedieron a darle una horrenda muerte. En el colmo del sadismo, llegaron a filmar el crimen, para enviar una copia a los cabecillas de la pandilla en El Salvador, añadió la fuente judicial.

Hasta la fecha, un total de 17 acusados ​​han sido incluidos en el caso de los dos asesinatos. 

Cinco de los acusados ya ​​fueron a juicio siendo condenados por todos los cargos que presentaron los fiscales.

Nueve de ellos ​​se declararon culpables antes del juicio, y cada uno de ellos enfrenta una sentencia de cadena perpetua por asesinato en apoyo de actividades de un grupo del crimen organizado calificado de terrorista por la justicia estadounidense.

El juicio, que duró dos meses, brindó un relato de las siniestras operaciones de la MS-13 y sus vínculos con sus cabecillas en el exterior, específicamente en El Salvador.

Los dos adolescentes asesinados habían sido reportados como desaparecidos hasta que sus restos fueron encontrados varios meses después, en marzo de 2017, e identificados en diciembre del mismo año.