📈Inflación anual llega al 5.7%. – Cómo le afecta a usted?
Los precios al consumidor en Estados Unidos aumentaron 5,7% en el último año, el mayor ritmo en 39 años, al tiempo que un repunte inflacionario está afectando a la población justo en la temporada de compras navideñas.
El aumento de noviembre reportado el jueves por el Departamento de Comercio se registra luego de otro incremento de 5,1% ocurrido en un periodo de 12 meses que concluyó en octubre, lo que mantiene una serie de alzas de precios anuales que han rebasado por mucho la meta de inflación de 2% fijada por la Reserva Federal.
El gasto consumidor, que constituye un 70% de la actividad económica en Estados Unidos, se incrementó en 0,6% en noviembre, un avance sólido pero menor al 1,4% registrado en octubre.
El ingreso personal, que impulsa los aumentos futuros en gastos, subió 0,4% en noviembre, poco menos del 0,5% registrado en octubre. Ambas ganancias surgieron tras una caída de 1% en los ingresos para septiembre, el mes en que caducaron algunos subsidios públicos.
El alza en la cifra del Departamento de Comercio fue similar a la registrada en el índice de precios al consumidor, de 6,8% para los 12 meses concluidos en noviembre, también el mayor aumento en 39 años.
Si bien el índice de precios al consumidor (IPC) es el medidos de precios más conocido, la Reserva Federal prefiere monitorear el índice de precios relativos a gastos personales para fijar las tasas de interés y combatir la inflación. Ese índice refleja las compras reales que hacen los consumidores cada mes, mientras que el IPC mide los precios de una canasta heterogénea de productos.
Para el mes de noviembre, ese índice subió 0,6%, poco menos del 0,7% registrado en octubre. La inflación básica, que excluye rubros más volátiles como los alimentos y combustibles, subió 0,5% en noviembre y lleva un acumulado de 12 meses de 4,7%. Es el ritmo más rápido de la inflación básica desde el 5,1% registrado en los 12 meses concluidos en septiembre de 1983.
Los republicanos sostienen que la inflación es prueba de que las políticas económicas del presidente Joe Biden no están funcionando y de hecho afectan a los estadounidenses cuyos ingresos no mantienen el ritmo del aumento de precios.
El gobierno, sin embargo, señala que la economía reabrió tan rápidamente tras la recesión pandémica que los negocios no han podido igualar la demanda, provocando alzas de precios.