Incendio deja sin hogar a más de 30 personas

Jossmar Castillo
Washington Hispanic

penas días antes de la Navidad, varias familias que viven en un complejo de apartamentos en el condado de Prince George’s lo perdieron todo a causa de un incendio que destrozó gran parte del edificio la mañana del 19 de diciembre pasado.

Los bomberos llegaron de emergencia al edificio en la cuadra 3300 de la Curtis Drive, en Hillcrest Heights, para atender el incendio que rápidamente se expandió hasta el techo y el ático del edificio. Eran casi las 7:00 de la mañana cuando se preparaban para contener el siniestro.

El incendio fue tan intenso que alcanzó la categoría de dos alarmas y por momentos el edificio tuvo que ser abandonado para procurar la seguridad de los bomberos, hasta que se reagruparon y atacaron las incontrolables llamas.

Al menos dos personas fueron rescatadas por los bomberos y trasladadas al hospital. Otras tres fueron tratadas en el lugar. Un bombero también sufrió lesiones leves, pero a los minutos volvió a su trabajo.

Los residentes escaparon por sus propios medios, incluso saltando desde los pisos superiores, o tiriando a sus hijos para que se salvaran. Al final no hubo pérdidas humanas que lamentar.
«Vi a personas en el segundo y tercer piso arrojadas desde el balcón. Pequeños bebés arrojados desde el balcón. Creo que las personas hicieron cualquier cosa para salvar sus vidas. Fue realmente aterrador para mí», dijo una vecina del lugar.

La mujer contó cómo uno de los vecinos salió con una manta y con la ayuda de otras personas trataban de apañar con ella a los niños que eran lanzados por sus padres. Otros pedían a gritos que los rescataran a ellos.

El edificio contiguo a donde se registró el incendio tuvo que ser evacuado, pues existió el riesgo de que se propagaran las llamas.

Por lo grande que fue el incendio y más por la época en que ocurrió, el subjefe de bomberos de Prince George’s, Alan Doubleday, dijo que fue una escena muy dolorosa de ver.

Se presume que más de treinta personas fueron afectadas y tendrán que pasar estos días en casas de familiares, hoteles y otros en refugios otorgados por el condado de Prince George’s y la Cruz Roja Americana.