El baile del gobernador de VA

Víctor Caycho
Washington Hispanic

Autoridades electas republicanas y demócratas, líderes empresariales y comunitarios y la ciudadanía en general celebraron en grande el acto inaugural del gobernador “Número 73” de Virginia, Ralph Northam, el sábado 13 de enero en Richmond, la capital del estado.

Centenares de personas desafiaron el frío invernal para asistir a la juramentación del sucesor de Terry McAuliffe, frente a la sede de la Asamblea Legislativa de Virginia.

En el mismo lugar se desarrolló una Gran Parada, donde la gente aplaudió el paso de miembros de la Guardia Nacional, batallones de cadetes militares y numerosas delegaciones civiles. Simultáneamente, aviones de la Fuerza Aérea de Estados Unidos surcaron velozmente el cielo por encima de la multitud.

No podía faltar la fiesta y el baile. Tuvieron lugar esa misma noche, con todo el ceremonial organizado para dar la bienvenida al médico pediatra de hablar pausado que de manera sorprendente logró aplastar a su rival republicano en las elecciones del pasado noviembre. Le sacó más de 9 puntos de ventaja en la votación, que lo convirtió en la más alta autoridad de la Mancomunidad de Virginia,.

En un gran salón, se escucharon los suaves acordes de un pequeño conjunto musical.

El flamante gobernador extendió la mano a su esposa Pam –ahora la primera dama de Virginia-, ambos vestidos de gala, invitándola a bailar. Sonrientes acometieron el baile inaugural. Junto a ellos hicieron lo mismo el nuevo vicegobernador del estado, Justin Fairfax y su esposa, así como el nuevo fiscal general Mark Herring y su esposa.

Tenían razones para festejar: los tres demócratas habían ganado los más altos cargos de la nueva administración, tal como ocurrió durante la elección de McAuliffe.

Sin embargo, después de la fiesta, a la que asistieron unas tres mil personas, y pasado el fin de semana todo volvió a la realidad.

El lunes 15, Northam se presentó ante la Asamblea Legislativa de Virginia, en reunión conjunta de ambas cámaras convocada para escuchar su primer discurso como gobernador. Básicamente pidió a los legisladores de ambos partidos centrarse en temas que pudieran tener una solución bipartidista, entre ellos la expansión del Medicaid para 400,000 virginianos que no tienen seguro, y tomar medidas para detener la violencia generada por las armas de fuego.

Ese y otros puntos de su agenda encaran un duro reto, porque las dos cámaras están en manos republicanas, los republicanos controlan actualmente ambas cámaras. La ventaja es mínima: 21 a 19 en el Senado estatal y 51 a 49 en la de Representantes.

Desde el mismo lunes 15 se registraron los primeros desencuentros entre los dos partidos, y los republicanos “mataron” las leyes sobre control de armas presentadas por los demócratas.

Northam ha pedido reanudar las negociaciones con los líderes de la Asamblea Legislativa de Virginia sobre este y otros temas de coyuntura.

Pero esos serán otros tipos de baile. La ciudadanía del estado espera que, como en el baile inaugural, la música suene con total armonía y que “las parejas” también muestren sus mejores pasos.