Clausuran edificio de apartamentos en MD

Jossmar Castillo
Washington Hispanic

oco a poco los apartamentos de Lynnhill Condominiums, en Temple Hills, Maryland, fueron desocupados para siempre el pasado miércoles, días después de que los bomberos del condado de Prince George’s ordenara su desalojo por considerarlo inseguro para seguir habitándolo.

A regañadientes y con la menor intención de irse, los residentes de los dos edificios que componen el complejo de apartamentos, sacaban unas cuantas pertenencias con la incertidumbre de dónde pasarían la noche. «Este es nuestro hogar», decían algunos mientras colocaban ropa y otros artículos en sus vehículos.

Tanto administradores, dueños de apartamentos y residentes fueron advertidos hace unas semanas de las varias violaciones que los llevaron a tomar la decisión, entre ellas el sistema de alarma contra incendios que no funcionaba, al igual que las puertas de emergencia y las interminables pilas de basura en los pasillos y las chutas.

El anuncio de la clausura del edificio no fue una sorpresa, ya que por años el condado ha librado una batalla legal para que los administradores pusieran la situación en orden, pero la iniciativa no rindió frutos.

En octubre del año pasado, por ejemplo, la electricidad y el gas fueron desconectados, porque aunque los residentes dicen que las utilidades están incluidas, Pepco y Washington Gas argumentaron que se les debía más de $1 millón por los servicios.

«Lo que estamos tratando de hacer es evitar una tragedia como la de Oakland, o Londres», en donde decenas de personas perdieron la vida en incendios, dijo Thomas Himler, miembro del equipo del ejecutivo del condado, Rushern Baker III.

Los poco más de 100 residentes tenían hasta el mediodía del miércoles para abandonar el lugar, pero habían pasado más de seis horas y todavía habían algunos dentro del apartamento.

Entrada la tarde, la policía utilizó altavoces de un autopatrulla para informar los últimos minutos que les quedaban para recoger sus pertenencias, mientras trabajadores empezaban a colocar una cerca de ciclón alrededor del edificio, y láminas de madera en las ventanas más cercanas al suelo.

A las 9:00 de la noche, después de una revisión puerta por puerta y la utilización de un helicóptero para chequear que el techo del edificio de siete pisos estuviera despejado, la policía declaró que el edificio estaba deshabitado.

Las autoridades del condado establecieron un puesto en el estacionamiento en el que le ofrecían recursos a los hasta hacía poco residentes de Lynnhill, para darles una idea de dónde podrían buscar un lugar donde establecerse.

Para aquellos que no tenían un sitio definido para hospedarse, el condado ofreció una solución temporal hasta que las personas encuentren un sitio más permanente.