Arquidiócesis declara bancarrota por juicios

El viernes 29, cuando faltaban apenas dos días para que entre en vigor de una nueva ley en Maryland que levanta los límites para permitir nuevas reclamaciones sobre antiguos actos de abuso sexual, la arquidiócesis de Baltimore anunció que se acogió a una declaratoria de bancarrota.

El domingo 1 de octubre entró en efecto la nueva legislación, que fue aprobada como tal por la Asamblea General de Maryland en abril. Se trata de la Ley de Víctimas Infantiles de Maryland.

Se espera una avalancha de docenas de demandas por abuso sexual cometidas por personal ligado a la iglesia católica en esa jurisdicción.

La fiscalía general de Maryland publicó recientemente los resultados de una amplia investigación que describe como unos 158 clérigos, maestros, seminaristas y diáconos dentro de la arquidiócesis de Baltimore supuestamente agredieron sexualmente a más de 600 niños desde la década de 1940.

El arzobispo William Lori, al hacer el anuncio el viernes, dijo que esa medida permite «a la Arquidiócesis compensar equitativamente a las víctimas-sobrevivientes de abuso sexual infantil y garantizar que la Iglesia local pueda continuar con su misión y sus ministerios».

La mencionada arquidiócesis católica es la más antigua de los Estados Unidos.

A principios de septiembre, un juez de Baltimore ordenó que se levantaran las identidades de todos menos tres de los nombres tachados de un informe sobre la historia de abuso sexual dentro de la arquidiócesis de Baltimore.

«Como compartí recientemente con ustedes, como resultado de una nueva ley que entrará en vigor el 1 de octubre, la arquidiócesis de Baltimore enfrenta una gran cantidad de demandas por casos históricos de abuso sexual infantil que anteriormente estaban prohibidos por la ley de Maryland», reconoció el viernes 29 el arzobispo Lori.

Se conoció que varios abogados y sobrevivientes “ya han planeado docenas, si no centenares”, de demandas contra la arquidiócesis. Pero la quiebra detiene esos litigios.

«El Capítulo 11 es uno de dos tipos de quiebra. Con un plan aprobado bajo el Capítulo 11, la Arquidiócesis se reorganizará, las víctimas-sobrevivientes serán compensadas equitativamente y la Iglesia continuará con su misión y sus ministerios», explicó el arzobispo Lori. 

«Esto es diferente de la bancarrota del Capítulo 7, donde las organizaciones venden todos sus activos para satisfacer a los acreedores y cierran sus puertas», añadió.

Sin embargo, este anuncio preocupa a muchas víctimas, porque según la ley de quiebras, cualquier queja que presenten se mantendrá confidencial. Las víctimas y sus defensores han dicho que eso afectará gravemente su capacidad de utilizar demandas para aprender más sobre lo que les sucedió y cómo la iglesia manejó sus casos.

Desde 2006, la arquidiócesis de Baltimore ha pagado el equivalente a 6,8 millones de dólares en 105 acuerdos, según el portavoz de la iglesia Christian Kendzierski, lo que significa un promedio de aproximadamente 65.000 dólares por cada víctima de abuso sexual.