Tiembla FIFA por corrupción

Jossmar Castillo, Washington Hispanic.

o que por años se rumoraba en las tertulias futbolísticas en los bares y otros centros de reunión, y que en algunas ocasiones empañó el nombre de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) en el pasado, explotó con fuerza esta semana cuando siete altos funcionarios de este organismo fueron detenidos en Suiza como sospechosos de corrupción y enriquecimiento ilícito.

La redada se dio en la víspera del congreso internacional de la FIFA, que concluiría hoy, viernes, con la elección de un nuevo presidente y en la que Joseph Blatter, busca alzarse con la victoria y seguir dirigiendo la institución por un quinto periodo.

Fue nada menos la justicia del gobierno de Estados Unidos la que puso el ojo en la que hasta entonces parecía una sociedad intocable, por encima de cualquier poder, y desenmascaró una supuesta trama en la que dirigentes recibieron pagos de empresas de mercadeo y transmisión que suman alrededor de $150 millones acumulados desde 1990.

Entre los acusados por las autoridades estadounidenses hay dos vicepresidentes actuales de la FIFA, Jeffrey Webb y el uruguayo Eugenio Figueredo, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Otros investigados son Jack Warner; Eduardo Li, Julio Rocha, Rafael Esquivel, José Maria Marin y Nicolas Leoz. Li es el presidente de la Federación de Fútbol de Costa Rica.

Seis de siete implicados han mostrado su rechazo a la idea de ser extraditados a Estados Unidos para ser investigados.

A pesar de los pedidos de algunas organizaciones, hoy viernes se celebra la elección para escoger un nuevo presidente. Blatter y Ali bin Al-Hussein son los únicos candidatos.

En total, son 14 personas las señaladas en la investigación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, entre las que se encuentran directivos y exdirectivos, tanto de la Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol) y la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol (Concacaf), así como varios empresarios que ya se han declarado culpables.

Sé que varias personas últimamente me ven como responsable, pero no puedo monitorear a todos al mismo tiempo”, ha dicho Blatter.

“Nuestra investigación ha revelado que lo que debió haber sido una expresión internacional de espíritu deportivo fue utilizado como un vehículo en este amplio esquema para alinear los bolsillos de los ejecutivos con sobornos que totalizan más de $110 millones”, dijo Loretta Lynch, la fiscal general de Estados Unidos, mientras daba a conocer los 47 cargos que enfrentan los acusados.

Varias de las reuniones para completar estas transacciones fraudulentas tuvieron lugar en este país, o utilizaron el sistema bancario de los Estados Unidos para realizar las transacciones a otros bancos fuera del país, con cuentas a nombre de estos directivos. Fue esto lo que permitió a este país norteamericano abrir un proceso por fraude, lavado de dinero y corrupción en contra de estas personas.

Agentes del FBI allanaron la sede de la Concacaf en Miami, Florida y se llevaron cajas y computadoras para ser investigadas. Foto: AP

Las autoridades dieron como ejemplo la celebración de la Copa América Centenario, que tiene programada realizarse en Estados Unidos en el 2016. Directivos de la Conmebol vendieron los derechos de transmisión por cuatro años a la empresa Datisa, creada en 2013 a un costo de $317.5 millones, de los cuales $110 serían destinados para pagos a los presidentes de la Conmebol y al resto de los presidentes de federaciones. De esa cantidad, $40 millones de dólares ya habían sido pagados.

Este esquema se repitió en la Conmebol y la Concacaf desde 1990 para la adquisición de derechos de torneos y se extiende hasta para la escogencia de sedes para la realización de la Copa Mundial, que se celebra cada cuatro años.

En este caso el gobierno suizo lleva una investigación independiente que determinará si se entregaron sobornos para la escogencia de Rusia y Catar como sedes mundialistas para 2018 y 2022, respectivamente; algo por lo que fue acusado el expresidente de la Concacaf, Jack Warner, y que le costó la salida de esta organización en 2011.

Blatter, el máximo dirigente de la FIFA y quien hasta el momento no ha sido mencionado como sospechoso en este caso de corrupción, tomó distancia de quienes han sido señalados.

“Sé que varias personas últimamente me ven como responsable, pero no puedo monitorear a todos al mismo tiempo”, dijo Blatter en su discurso un día antes de las elecciones. A la vez, atribuyó el escándalo de corrupción a una pequeña mayoría y aseguró que cooperará con las autoridades para asegurarse que cualquiera que esté envuelto, sea descubierto y castigado.

Voces a favor y en contra

Pero mientras Blatter quiere seguir dirigiendo la organización que ha estado bajo su mando desde hace 17 años, hay quienes consideran que es momento para que la FIFA experimente un cambio.

Uno de ellos fue Michel Platini, presidente de la Unión Europea de Fútbol (UEFA), quien durante su exposición hizo fuertes señalamientos y acusaciones en contra de Blatter. “La gente ya no lo quiere y yo tampoco”, dijo. “Te pidos que dejes la FIFA, que renuncies porque le estás dando una terrible imagen”.

Aún así Blatter se mantiene con la intención participar en la elección, cuyo único rival es el príncipe Ali bin al-Hussein, de Jordania.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, salió a la defensa de Blatter y la FIFA, acusando a Estados Unidos de entrometerse en los asuntos internacionales del fútbol y dejando entrever que todo es parte de un intento por quitarle a su país la sede del Mundial de 2018.

«Nuestra contraparte estadounidense, desafortunadamente, está utilizando los mismos métodos para lograr sus objetivos y perseguir de manera ilegal a las personas», dijo Putin en una entrevista televisiva, en la que comparó el caso al de los denunciantes Julian Assange y Edward Snowden.

«No tengo duda que este es otro intento evidente por desprestigiar la reelección del señor Blatter como presidente de FIFA», finalizó Putin.

MODUS OPERANDI

La instrucción de cargos contra dirigentes del fútbol y ejecutivos empresarios y de televisión el miércoles describe 12 presuntas tramas delictivas. A continuación mostramos algunas:

TRAMA A — COPA AMERICA DE 1993, 1995 Y 1997
La empresa Traffic de Brasil compró los derechos de tres torneos por $6,6 millones. El entonces presidente de la Conmebol y luego miembro del comité ejecutivo de la FIFA, el paraguayo Nicolás Leoz, se negó a firmar el contrato antes de recibir un pago en dólares de seis cifras. En 1993 y 1995, Leoz exigió pagos adicionales para futuros torneos de Copa América y con el tiempo las sumas llegaron a las siete cifras. En 2007, cuando se realizó la copa en Venezuela, el presidente de la federación local, Rafael Esquivel, exigió y recibió 1 millón de dólares y 700.000 dólares de Traffic.

TRAMA B — COPA ORO DE LA CONCACAF
Traffic Sports USA hizo que pagaran cientos de miles de dólares al entonces presidente de la CONCACAF, Jack Warner, coconspirador No. 1, cuya descripción es similar al del entonces secretario general de la CONCACAF, Chuck Blazer.

TRAMA D — COPA DE BRASIL
El entonces presidente de la confederación brasileña, Jose Maria Marin, pidió sobornos en 2012 como parte de un contrato de Traffic de Brasil y una empresa de marketing deportivo no identificada para la Copa de Brasil de los años 2013 a 2022. Los sobornos por un total de 2 millones de reales (unos 986.000 dólares) se los repartieron Marin y dos personas no identificadas.