Retador izquierdista por delante en comicios hondureños
AP
Washington Hispanic
as autoridades electorales de Honduras anunciaron que el jueves ofrecerán más resultados oficiales de los comicios presidenciales del domingo, que daban una sorpresiva ventaja a un popular presentador de televisión y de una alianza de izquierda sobre el mandatario Juan Orlando Hernández, quien busca la reelección y cuyo partido reclama el triunfo en medio de una tensa espera en la nación centroamericana.
«No recibimos aún más información de la fiesta cívica del domingo, pero el jueves al mediodía tendremos todas las actas en nuestro poder», dijo David Matamoros, presidente del Tribunal Supremo Electoral.
Informó que faltan por contabilizarse unas 7.500 actas, que representan dos millones de votos.
Ramiro Lobo, otro magistrado del organismo, indicó que «los nuevos reportes no afectan los resultados de la votación».
Hasta la noche del lunes solo se conocía el resultado preliminar que dio el Tribunal Electoral por la madrugada y que establecía que, con el 57% de las boletas escrutadas, el opositor Salvador Nasralla _de la izquierda Alianza de Oposición contra la Dictadura_ tenía un 45,17% de los votos frente al 40,21% de Hernández _del conservador Partido Nacional_ con una diferencia de más de 90.000 sufragios.
El largo espacio sin conocerse nuevos resultados generó preocupación y suspicacias sobre si se estaban haciendo intentos para cambiar el resultado.
El anuncio de Matamoros, que se había comprometido a no dar datos hasta que no se tuviera una “muestra estable”, era contrario a los datos que poco antes había ofrecido Hernández, quien insistió en su victoria desde el cierre de las urnas y por la madrugada incluso dijo que aventajaba a Nasralla en siete puntos.
La actitud del tribunal demostró lo ajustado de la contienda ante una situación “crítica”, señaló el sociólogo Julio Navarro.
Miles de seguidores de Nasralla se apostaron el lunes frente al Tribunal Electoral para exigirle al organismo rapidez en el recuento de sufragios.
En ese momento, y en otro lugar distante de Tegucigalpa, numerosos simpatizantes de Hernández recorrieron en caravana varios bulevares capitalinos en apoyo al mandatario.
Nasralla anunció su victoria a medianoche del domingo con un margen ligeramente menor al reportado por el tribunal electoral porque, según dijo, el dato contemplaba casi el 70% del escrutinio.
“No hay manera de dar vuelta a este resultado”, sentenció el candidato izquierdista. “Soy el nuevo presidente de Honduras (…) vencimos el fraude del gobierno».
Nasralla, ingeniero de formación de 64 años, es un popular locutor deportivo y presentador de uno de los concursos televisivos más famosos del país y era el aspirante más “outsider”, como lo definió el expresidente Manuel Zelaya, su hombre fuerte, al recordar que los políticos no tradicionales son los que se están imponiendo ahora en todo el mundo.
Zelaya fue objeto de un golpe militar en 2009, que contó con el apoyo del Partido Nacional de Hernández. Aliado entonces del venezolano Hugo Chávez, estaba acusado de conspirar para lograr la reelección, algo prohibido por la Constitución. Eso, sin embargo, es a lo que aspira ahora Hernández tras un fallo de la Corte Suprema de 2015 que dijo que la Carta Magna hondureña no podía impedir que un presidente volviera a postularse al cargo.
Los expertos estiman que de prevalecer la tendencia, Nasralla formaría un gobierno de coalición con el partido de Zelaya, que podría generar complicaciones en el país.
«Habrá serios problemas en el futuro y es probable que Zelaya gane (esos desacuerdos) debido a su amplia experiencia política», dijo Navarro.
Pese a la tendencia de voto de izquierdas, en el Congreso se imponía el Partido Nacional de Hernández, de acuerdo a los datos parciales.
Durante las horas en las que no hubo avances en el recuento se multiplicaron los llamados a la calma y varios observadores internacionales pidieron transparencia a las autoridades ya que, tras haber sufrido un golpe de Estado hace menos de una década, era necesario dar confianza en las instituciones.
Luis Zelaya, del Partido Liberal, que se situaba en un lejano tercer lugar con el 13,77% de los votos, fue el único cauto desde el principio y se limitó a exigir transparencia.
El revés del Tribunal Electoral al presidente parecía espantar el fantasma del fraude, aunque Hernández pidió paciencia a sus seguidores. “Vamos bien», destacó.
“Que haya paz, tranquilidad, que no haya problemas”, dijo un votante, Luis López, por la tarde de forma casi premonitoria. “Que el que gane, gane, y que el que pierda reconozca que ha perdido. Eso es lo que queremos”.
La Coalición de Observación Electoral hizo un llamado similar a través de un comunicado en el que apelaba a la “sensatez” de los candidatos y al “respeto a la institucionalidad” para generar la tranquilidad y la legitimidad que necesita el proceso electoral.
Hernández, aliado de Estados Unidos, contaba con cierta popularidad debido, sobre todo, a un descenso en la violencia en el empobrecido país centroamericano, cuyo índice de homicidios llegó a ser uno de los peores del mundo.
El mandatario ha utilizado a los militares para combatir la delincuencia, recibió elogios del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y advirtió que sus rivales llevarían a Honduras hacia una crisis similar a la de Venezuela.
Pero las acusaciones de corrupción han ensombrecido a su gobierno. Durante un juicio en Nueva York, un narcotraficantes acusó al hermano del mandatario de haber recibido sobornos del crimen organizado, además de que funcionarios de su gobierno se ha visto vinculados directa o indirectamente en la trama que llevó al asesinato de la prestigiosa ecologista Berta Cáceres, el año pasado.