Primer ministro de Perú presenta su renuncia al presidente

El primer ministro peruano Aníbal Torres anunció el miércoles su renuncia “por razones personales” y puso su cargo a disposición del presidente Pedro Castillo, lo que ha aumentado la incertidumbre política en el país sudamericano.

En una carta al mandatario publicada en su cuenta de Twitter, Torres dijo que se retiraba del cargo después de haber servido junto a Castillo “especialmente al pueblo más postergado y olvidado”.

Castillo, quien según la ley puede aceptar o rechazar la renuncia, no ha realizado comentarios.

Torres es el cuarto primer ministro de Castillo y asumió el cargo en febrero. Antes fue ministro de Justicia desde el inicio de la gestión del mandatario, que empezó el 28 de julio de 2021.

Poco después Torres ingresó al palacio presidencial para reunirse con el jefe del Estado, pero no hizo declaraciones a la prensa. Los miércoles son las reuniones semanales de todos los ministros.

“Fungió como pararrayos de Castillo, su estilo confrontacional, beligerante sirvió para blindar y proteger a Castillo de ataques y críticas que podía recibir de la oposición y sectores de la prensa”, dijo Rodrigo Gil, un profesor de ciencia política e investigador del Instituto de Estudios Peruanos.

La renuncia acrecienta la incertidumbre política en Perú cuyo presidente tiene cinco investigaciones fiscales en su contra -incluidas algunas por presunta corrupción y hasta por el supuesto plagio de su tesis de maestría-. La víspera el gobierno ratificó a un experimentado policía para dirigir un equipo que busca a prófugos del círculo presidencial.

La salida Torres implica por ley la renuncia encadenada de todos los otros 18 ministros que integran su gabinete quienes podrían ser cambiados o ratificados. En medio de la crisis que vive Perú, los políticos de los cuáles se puede rodear el mandatario son escasos, no hay mucho de dónde elegir, es como «buscar agua en el desierto», planteó el investigador Gil.

Los 19 ministerios del Ejecutivo durante el gobierno de Castillo han sido ocupados 59 veces, una muestra de la inestabilidad que ha caracterizado al presidente, quien sobrevivió dos veces a pedidos de destitución del Congreso, tan impopular como el mandatario.

La fiscal general Patricia Benavides investiga a Castillo como presunto líder de un grupo criminal que cobraba dinero por licitaciones de obras públicas integrado por su exsecretario Bruno Pacheco, quien se entregó hace poco tras estar en la clandestinidad. También formarían parte del grupo un sobrino del mandatario y un exministro, que se encuentran prófugos.

Torres indicó que retornará a las aulas universitarias para retomar “lo que más extrañaba: la investigación jurídica”.

En su gestión de seis meses el renunciado primer ministro criticó a la prensa, sobre todo la capitalina, e indicó que “pertenece a clase alta, la derecha y la ultraderecha”.

También dijo que quienes acusan al presidente son “los verdaderos ladrones que han robado miles de millones de soles a Perú”, señalando a empresarios constructores locales investigados por la fiscalía por pagar sobornos desde hace varios años.

El primer ministro tuvo que disculparse con Israel luego de elogiar el programa de construcción de carreteras de la Alemania Nazi cuando comparó la desconexión vial del territorio de Perú con Alemania e Italia durante las primeras décadas del siglo XX.

Cuando cambian los ministros, cuando hay modificaciones en el gabinete, las capacidades operativas del Estado se detienen por días o semanas, dijo Gil. “Se produce una una parálisis que no es tan sencillo de recuperar”.