Policía asesina a tiros a embajador ruso en Turquía
Washington Hispanic
AP
n policía turco mató el lunes al embajador de Rusia en Turquía al dispararle enfrente de una impactada audiencia que asistía a una exhibición fotográfica, y luego, caminando frente al cuerpo de su víctima, condenó el papel militar de Rusia en Siria con gritos de «¡No se olviden de Alepo! ¡No se olviden de Siria!».
Los líderes de Turquía y Rusia señalaron que el ataque en Ankara, la capital turca, fue perpetrado con el fin de desestabilizar los esfuerzos por enmendar la relación entre ambas naciones, que han dado apoyo a bandos opuestos del conflicto civil de Siria.
Un fotógrafo de The Associated Press y otros presentes en la galería de arte atestiguaron aterrorizados mientras el atacante, quien vestía traje negro y corbata, realizó al menos ocho disparos, y en un momento caminó alrededor del cuerpo tendido del embajador Andrei Karlov, para luego dispararle nuevamente a quemarropa.
El atacante, quien fue identificado como Mevlut Mert Altintas, miembro de la policía antimotines de Ankara, posteriormente fue abatido en un tiroteo con la policía. Otras tres personas resultaron heridas durante el ataque, detallaron las autoridades.
El asesinato ocurrió luego de varios días de manifestaciones por parte de turcos molestos con el respaldo de Rusia al presidente sirio Bashar Assad en el conflicto, y por el papel de Rusia en el bombardeo y destrucción de Alepo, la ciudad más grande de Siria.
El atacante gritó en turco sus consignas sobre Alepo, y también gritó «Allahu Akbar» («Dios es grande», en árabe) y luego continuó en árabe: «Somos descendientes de aquellos que apoyaron al profeta Mahoma, para la yihad».
El ataque fue condenado por la Casa Blanca y Naciones Unidas, y representa una nueva señal de cómo Turquía, miembro de la OTAN y aliado en la campaña que encabeza Estados Unidos en contra del grupo Estado Islámico, lucha por contener múltiples amenazas de seguridad. La guerra en Siria ha sido uno de los mayores problemas durante años, al enviar a millones de refugiados a Turquía, y más recientemente involucrando a las tropas turcas.
Turquía se ha ido acostumbrando a los atentados letales, extremistas curdos se atribuyeron las explosiones del 10 de diciembre en Estambul, en las que murieron 44 personas en su mayoría policías.
El espectáculo del asesinato de Karlov, de 62 años de edad, por un miembro de las fuerzas turcas de seguridad durante una exhibición fotográfica que tenía el objetivo de resaltar la cultura rusa, reforzó la idea de descontento sobre el conflicto regional y su compleja red de alianzas y relaciones.
El atentado se presenta un día antes de una reunión clave sobre Siria a realizarse en Moscú. Entre los asistentes están los ministros de Defensa y del Exterior de Turquía, quienes se oponen a Assad, y Rusia e Irán, que respaldan el régimen sirio.
El presidente ruso Vladimir Putin describió el asesinato de Karlov como un intento de dañar las relaciones entre Rusia y Turquía «y obstaculizar el proceso de paz en Siria, que Rusia, Turquía e Irán han intentado promover de manera activa».
Putin dijo que él y el mandatario turco Recep Tayyip Erdogan acordaron durante una llamada telefónica que investigadores rusos viajen a Ankara para conducir una investigación de manera conjunta con sus contrapartes turcas.
«Debemos saber quién instruyó al asesino», dijo Putin en declaraciones transmitidas por televisión. Ordenó a sus altos funcionarios que refuercen la protección a la embajada turca en Moscú y solicitó a Turquía que incremente las medidas de seguridad para la misión rusa en Ankara.