Pandilleros desaparecen personas en El Salvador

AP
Washington Hispanic

l Salvador, uno de los países más violentos del mundo con un registro oficial de 14,4 homicidios por día en 2016, ahora suma a esta tragedia la cifra de los desaparecidos, que según la Fiscalía General de la República en su mayoría son responsabilidad de las maras o pandillas.

EL Fiscal General, Douglas Meléndez, se presentó el lunes ante la Comisión de Justicia y Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa para abordar el tema de los desaparecidos durante la guerra y en esta escalada de violencia que abate a este pequeño país centroamericano.

Meléndez informó que la cifra de desapariciones del ministerio Público para 2016 es de 3.330 personas y que «hasta el 20 de marzo tenemos 588 desaparecidos, que puede ser por diferentes motivos».

Asimismo, afirmó: «las pandillas están vinculadas a los desaparecimientos, más que todo, de gente joven».

A las cifras de los desaparecidos hay que agregar 5.278 muertes violentas en 2016, un promedio de 81,2 homicidios por cada 100.000 habitantes.

El jefe del ministerio Público dijo que diariamente se reportan desapariciones de jóvenes y aunque aclaró que éstas pueden obedecer a distintos factores. Precisó que hay desapariciones que pueden atribuirse a la delincuencia común y al flujo migratorio. Se estima que al menos 300 salvadoreños salen todos los días del país hacia Estados Unidos en busca del «sueño americano», pero no todos lo logran: unos son deportados y otros mueren o han desaparecido en el trayecto.

La Dirección General de Migración y Extranjería de El Salvador reportó que al menos 52.858 salvadoreños fueron regresados al país por las autoridades migratorias de Estados y México. De esta cifra, 21.340 regresaron vía aérea desde Estados Unidos y 31.415 desde México. Otros 64 salvadoreños retornaron de otros países que no especificaron.

Según cifras oficiales, unos 2,5 millones de salvadoreños viven en Estados Unidos. En la actualidad hay 194.790 amparados por el Tratado de Protección Temporal, un programa migratorio que les permite residir y trabajar en ese país y que vence el 9 de marzo de 2018.

En El Salvador, las pandillas establecidas en barrios populosos y comunidades están integradas por más de 60.000 jóvenes y adultos. Más de 13.000 están presos. Sus principales cabecillas están en una cárcel de máxima seguridad y, según las autoridades, están involucrados en la mayoría de los crímenes que se cometen en el país.