La economía catalana en apuros por proceso independentista

AP
Washington Hispanic

os nerviosos empresarios de Cataluña dejaron en suspenso sus planes de inversión mientras se preparan para las elecciones anticipadas del jueves en la región del noreste de España.

Los inversionistas temen que el reciente conflicto institucional causado por el último intento de independizarse de España esté dañando la economía local. Datos recientes mostraron que las ventas minoristas y las llegadas de turistas en la región están cayendo, mientras el desempleo sube.

Tanto consumidores como inversionistas reaccionan mal ante la incertidumbre y el conflicto, y el intento secesionista del gobierno regional de Cataluña sumió a España en su peor crisis constitucional en décadas.

El gobierno central en Madrid destituyó en pleno al ejecutivo catalán a finales de octubre tras la aprobación de una declaración de independencia que las autoridades españolas consideran ilegal. Ello ocurrió después de un referéndum realizado el primero de octubre en Cataluña, que la Corte Constitucional española desestimó. Actualmente Cataluña está regida por las autoridades centrales en Madrid.

Las elecciones anticipadas del jueves parecen estar muy ajustadas entre los partidarios de la secesión y quienes prefieren seguir siendo parte de España.

Para España, hay mucho que está en juego, pues Cataluña comprende el 19% de la producción económica del país. Una victoria de los independentistas podría causar más inestabilidad en España, la cuarta economía más grande de la eurozona.

Citando la incertidumbre en torno a Cataluña, el Banco Nacional de España redujo su pronóstico de crecimiento económico para el año entrante a 2,4%, y a 2,1% para el 2019, un punto menos que los pronósticos anteriores.

Un sondeo reciente de 100 directivos de empresas en Cataluña halló que el 46% de ellos ha suspendido sus planes de gastos para el 2018 hasta que se dirime el conflicto electoral.

Y razones tienen para estar preocupados: Un poco más de la mitad de ellos dijeron que sus ventas disminuyeron entre septiembre y noviembre, en un promedio de 9,5% según el sondeo publicado la semana pasada por el economista Fernando Trias de Bes junto con la escuela de administración de empresas ESADE. Las compañías encuestadas, en total, emplean a casi 158.000 personas.

Un poco más de 3.000 empresas se han mudado de Cataluña en meses recientes, ante el temor de que si la región se separa, ya no podrán estar bajo las normas que gobiernan a España y a la Unión Europea. Entre esas empresas están los dos principales bancos de Cataluña, Caixabank y Sabadell, y la casa editorial Planeta, la principal editorial de libros en español del mundo.

Las ventas minoristas en Cataluña disminuyeron en casi un 4% en octubre comparado con el mismo mes el año pasado. Fue la baja más pronunciada en toda España, donde el promedio nacional fue de 0,1%, según el Instituto Nacional de Estadísticas.

La llegada de turistas a Cataluña, incluida su popular capital, Barcelona, mermaron un 4,7% ese mes, de acuerdo con el INE. Fue la única de las 17 regiones autónomas de España donde cayó el turismo. A nivel nacional, hubo un aumento del 1,8%.

Cataluña, por otro lado, registró este año su mayor aumento del desempleo en ocho años en noviembre, aunque el incremento fue relativamente modesto, de 7.400 personas. La tasa de desempleo subió también en otras nueve regiones autónomas.

La desaceleración económica es la consecuencia más visible e inmediata de la agitación en torno a la independencia catalana.

El primer ministro conservador de España Mariano Rajoy la atribuye a las fuerzas que tratan de alterar el status quo. Dijo este mes que la economía catalana está siendo asfixiada por la campaña independentista.

El depuesto líder catalán Carles Puigdemont, que está fugitivo en Bélgica, sostiene que Cataluña paga demasiados impuestos al gobierno nacional y estaría mejor por su cuenta. En una reciente entrevista aseguró que la economía catalana se mantiene estable y que las empresas no se están yendo.