El gobierno de la Autoridad Palestina renuncia y aumenta la presión sobre Abás en plena guerra de Gaza
El gobierno de la Autoridad Palestina, que administra parcialmente Cisjordania ocupada, presentó este lunes su dimisión al presidente Mahmud Abás, confrontado a presiones para reformar el liderazgo político palestino de cara a la «posguerra» en Gaza.
«Presenté la dimisión del gobierno al presidente el 20 de febrero y la someto hoy por escrito», declaró en Ramala Mohammed Shtayyeh, jefe del gobierno palestino desde la primavera boreal de 2019.
Abás indicó a finales de la tarde que había aceptado la renuncia, motivada, según Shtayyeh, por «la nueva realidad» en Gaza.
«La próxima etapa requiere nuevas medidas gubernamentales y políticas que tengan en cuenta la nueva realidad en la Franja de Gaza […], la necesidad urgente de un consenso interpalestino» y la creación de un Estado palestino que tenga autoridad en Cisjordania y Gaza, sostuvo Shtayyeh.
Abás pidió sin embargo a Shtayyeh y a sus ministros que permanezcan en sus cargos hasta nombrar un nuevo gobierno.
En los últimos meses, muchos palestinos han criticado a Abás, de 88 años, elegido por última vez en 2005, por su «impotencia» frente a la ofensiva israelí contra el movimiento islamista Hamás en la Franja de Gaza.
La guerra se desencadenó por la incursión de comandos islamistas que el 7 de octubre mataron a al menos 1.160 personas, civiles en su mayoría, en el sur de Israel, según un recuento de la AFP a partir de datos oficiales israelíes.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre en Gaza que dejó 29.692 muertos, sobre todo civiles, según el último balance del Ministerio de Salud del gobierno de Hamás en ese territorio palestino.
Desde los enfrentamientos fratricidas ocurridos en junio de 2007, el liderazgo palestino está dividido entre la Autoridad Palestina de Abás, que ejerce un poder limitado en Cisjordania –un territorio ocupado desde 1967 por Israel– y Hamás, en el poder en Gaza desde 2007.
– Cuestiones pendientes –
Para el analista palestino Ghassan Khatib, la dimisión de Shtayyeh no constituye un desafío hacia Abás sino una ilustración de la voluntad de la Autoridad Palestina de emprender reformas de cara a la posguerra en Gaza.
Países árabes como Catar, así como algunas potencias occidentales y grupos adversarios de Abás abogan por una Autoridad Palestina reformada que, en un futuro, gobierne en Cisjordania y Gaza en el marco de un Estado palestino independiente.
Con la dimisión del Ejecutivo de Shtayyeh, «Mahmud Abás quiere mostrar […] que él también está dispuesto a avanzar por esa vía», subrayó Khatib, precisando que el nuevo liderazgo palestino incluiría elementos de la Autoridad Palestina y de Hamás.
Un acuerdo entre Abás y Hamás «sería algo significativo, pues ambos bandos han intentado acercarse muchas veces, sin conseguirlo», apuntó Khatib.
«Pero todavía hay muchas posibilidades de que todo fracase, porque quedan muchas cuestiones en suspenso, como por ejemplo la composición de ese gobierno de tecnócratas y hasta dónde se extienden las responsabilidades de Hamás en Gaza», agregó.
– «A su casa» –
«Abás quiere mostrar al mundo que está dispuesto a hacer cambios […] pero la única verdadera reforma sería que se fuera a su casa», afirmó en cambio Khalil Shikaki, director del Centro de InvestigaciónPalestino sobre Política y Sondeos (PCPSR), un instituto independiente de Ramala.
Shikaki prevé sin embargo que el próximo gobierno «estará obligado a ser leal» a Abás, pues éste gobierna «como un ‘one-man show'».
Desde el 7 de octubre, «Abás no ha protegido a su población en Cisjordania ocupada ni ha movido ni un dedo por Gaza. Y ahora, quiere estar presente para ‘el día después’ pero no ha hecho nada desde que empezó la guerra», agregó.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechaza la posibilidad de un Estado palestino y no contempla que la Autoridad Palestina o Hamás tengan algún rol político en Gaza después de la guerra.
Al contrario, presentó un plan que prevé que Israel se encargue del «control de la seguridad» en ese territorio cuando termine el conflicto.