Brasil: Acusan a Lula de comandar red de sobornos

Mauricio Savarese y Peter Prengaman
Río de Janeiro, Brasil / AP

os investigadores brasileños acusaron formalmente el miércoles 8 al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva de lavado de dinero y corrupción, además de llamarlo el «comandante en jefe» de una red de sobornos a gran escala que pende sobre la nación más grande de Latinoamérica.

Aunque se esperaba la formulación de cargos contra Lula, luego de que la policía los recomendara el mes pasado, sorprende la caracterización de su papel en la red de sobornos en la paraestatal petrolera Petrobras.

La investigación conocida como «Autolavado» ha llevado al encarcelamiento de decenas de empresarios y altos políticos durante los últimos dos años. Aunque Lula, quien fue presidente entre 2003 y 2010, ha sido indiciado desde hace tiempo, la fiscalía no lo había acusado, hasta antes del miércoles, como algo más que un beneficiario.

Lula era «el comandante en jefe de la red de corrupción identificada como Autolavado», afirmó Deltan Dallagnol, jefe de la fuerza investigadora, durante una conferencia de prensa realizada en Curitiba, una ciudad en el sur del país.

«No estamos juzgando a Lula como persona, sino lo que le hizo o le dejó de hacer al pueblo», comentó Dallagnol.

Dallagnol presentó diagramas que pretendían demostrar la conexión de Lula con varios de los protagonistas en la red de corrupción que se extiende a más de una década. Señaló que los fiscales podrían demostrar que Lula se reunió en momentos clave con las personas involucradas en el contubernio, tales como Marcelo Odebrecht, el expresidente de la gigante constructora Odebrecht, y quien fue encarcelado.

Pese a la letanía de acusaciones en contra de Lula, solo se presentaron dos cargos: lavado de dinero y corrupción.

Lula, su esposa y otras cinco personas fueron acusadas de beneficiarse de manera ilegal de las renovaciones en un apartamento frente a la playa en la ciudad de Guaruja, en el estado de Sao Paulo. Las mejorías, con un valor aproximado de 750.000 dólares, fueron realizadas por compañías constructoras relacionadas a la red de corrupción que emana de Petrobras.

Lula reconoció haber visitado el penthouse, pero asegura que nunca fue de su propiedad.
Sergio Moro, el juez que encabeza la investigación, ahora debe decidir si llevar a Lula a juicio.
En un caso relacionado a Petrobras, Silva irá a juicio por cargos de obstrucción de justicia.