Se muda consulado de El Salvador

Víctor Caycho
Washington Hispanic

urante diez años, el edificio localizado 2332 de la avenida Wisconsin, en el área de Georgetown y en la zona Noroeste del Distrito de Columbia sirvió como sede del consulado de El Salvador en la capital de la nación.

En ese lapso, varios presidentes salvadoreños visitaron sus instalaciones, para encontrarse con la comunidad, iniciar nuevas reinscripciones para el estatus de protección temporal (TPS, por sus siglas en inglés) o hacer anuncios a la prensa.

Dicha ubicación para el consulado tiene las semanas contadas. La cónsul general salvadoreña, Ena Peña, tiene ahora la delicada misión de buscar y ubicar la nueva sede de la legación diplomática en el área metropolitana de Washington DC.

Su objetivo es encontrar un edificio amplio y adecuado, “para estar más accesibles a nuestra comunidad salvadoreña”, explicó la diplomática en una entrevista que concedió a Washington Hispanic.
La tarea no es sencilla, “y nos está demandando bastante tiempo”, reconoce Peña. Aún no se sabe a ciencia cierta en qué lugares se está haciendo la búsqueda, aunque se busca recoger la opinión de los propios residentes salvadoreños en el Distrito de Columbia, Maryland y West Virginia, que comprenden la jurisdicción del consulado de El Salvador en Washington DC.

A punto de cumplir cinco meses de haber asumido el cargo de Cónsul General de El Salvador en Washington DC, Ena Peña afirma que una de las principales metas que se propone cumplir este año es buscar y ubicar un nuevo lugar para la mudanza del consulado.

“Estamos buscando el mejor lugar en la ciudad, para estar más accesibles a nuestra comunidad salvadoreña y eso nos está demandando bastante tiempo”, anunció la cónsul Peña, en una entrevista que ofreció a Washington Hispanic.

La sede del consulado funciona actualmente en el 2332 de la avenida Wisconsin, en la zona Noroeste (NW) de Washington DC. Se trata de un local que a muchas personas de la comunidad salvadoreña les resulta complicado llegar para hacer sus trámites, porque está alejado de las estaciones del tren del Metro y su tráfico vehicular es muy congestionado, en un vecindario cuyas zonas de parqueo resultan insuficientes. También consideran que ese local ya resulta pequeño para el creciente volumen de residentes de El Salvador que viven en Maryland, el Distrito de Columbia y West Virginia, áreas que abarca su jurisdicción.

La mudanza debe realizarse antes de febrero, fecha en que se vence el contrato de 10 años, y en la fachada del consulado ya luce un cartel de la compañía Michel poniendo en alquiler dicho inmueble.
Se desconoce el área donde estará situado el nuevo local del consulado, aunque algunas fuentes extraoficiales indicaron que el área de Silver Spring, en Maryland, con alta concentración de población y negocios salvadoreños, tiene una de las mejores opciones.

Por otro lado, la cónsul Peña señaló que su misión “cumple una directriz muy importante de nuestra cancillería, como es la de proteger a nuestros connacionales, y parte de esa protección consular es verificar que se cumpla el debido proceso de nuestros connacionales en todos sus derechos”.

La diplomática salvadoreña –quien antes de llegar a Washington DC fue vicecónsul por cuatro años en la ciudad de Boston, Massachusetts-, dijo que por esa razón acompañó el miércoles 26 un acto de protesta de trabajadores salvadoreños que reclaman la restitución de la licencia de conducción comercial (CDL).

“Una de mis obligaciones es estar al lado de la población salvadoreña residente en el área, en sus luchas y exigencias en defensa de sus derechos”, explicó.

También se refirió a la iniciativa que propone considerar a las personas beneficiadas por el TPS para que puedan aplicar a la residencia permanente en Estados Unidos.

“Ese es otro movimiento que se está formando con grupos de salvadoreños beneficiados por el TPS, que han iniciado una campaña nacional para proponer a las autoridades pertinentes la pronta salida a una residencia permanente”, afirmó la cónsul Peña. “Igualmente estamos acompañando ese proceso por ser de beneficio para nuestros connacionales”, añadió.

Más adelante, indicó que una de las más importantes tareas cumplidas desde que inició su gestión fue coordinar el proceso de reinscripción del TPS. “Atendimos a unos 10 mil connacionales en toda el área y de esa manera la mayoría de nuestra gente ya me conoce”, dijo sonriente. Asimismo, dio a conocer que ha sostenido varias reuniones comunitarias “y espero seguir teniéndolas más a menudo”.

Con los niños de la frontera

La cónsul salvadoreña también destacó el trabajo realizado cuando la cancillería de su país le encargó hace dos años la organización y puesta en marcha de un Consulado de Frontera en la ciudad de McAllen, en Texas, donde funciona un centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos,“Estuve encargada de dar asesoría a las mujeres con bebés que entraban, las ‘unidades familiares’ como les llaman, al igual que a muchos de los niños salvadoreños no acompañados que entraban diariamente por la frontera”, manifestó.

Al respecto, dijo que afortunadamente esos niños y niñas no acompañados “reciben una buena atención y muchas organizaciones están dispuestas a ayudarlos, tanto en el Distrito de Columbia como en los condados de Montgomery y Prince George’s, en Maryland”.

La diplomática, quien inició sus funciones de Cónsul General el 1ro. de junio, expresó estar “muy contenta y feliz” por trabajar en Washington DC, “que es la segunda ciudad con más población salvadoreña en Estados Unidos”.

“Se pueden hacer muchísimas cosas por nuestra población”, expresó la cónsul, “y también hay muchísimo trabajo de apoyo, de acompañamiento, por lo que estoy muy emocionada de encontrarme en un lugar con tantos salvadoreños porque así uno se siente como en casa”.

“NUNCA OLVIDEN SUS RAÍCES”

A través de Washington Hispanic, la cónsul general salvadoreña dirigió el siguiente mensaje a los miembros de su comunidad:

“Sigan organizándose, que una golondrina no hace verano, en la búsqueda de un mejor beneficio para nuestra población. Pero igualmente nunca olviden sus raíces, nunca se olviden de El Salvador y ayuden siempre a quien lo necesite”.