Iberoamérica consolida alianza para enfrentar crisis mundial

La guerra en Ucrania, la crisis haitiana, la migración irregular y el cambio climático dominaron los debates de la vigésima octava Cumbre Iberoamericana, que concluyó la noche del sábado con el compromiso de los 22 socios del bloque de consolidar las alianzas y la cooperación para hacer frente a los difíciles tiempos.

Durante el segundo y último día de sesiones los líderes iberoamericanos expresaron su preocupación por las diferentes crisis que golpean al mundo y exhortaron a sus socios a definir una posición conjunta.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, planteó enfrentar con “coraje” las tensiones mundiales generadas por la invasión rusa a Ucrania, el colapso de dos bancos estadounidenses y los desequilibrios generados por el cambio climático.

“La globalización está en crisis”, destacó Fernández durante su intervención al plantear que es urgente “cambiar drásticamente al sistema financiero” y no seguir socorriéndolo.

Argentina llegó el año pasado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para refinanciar una deuda de unos 45.000 millones de dólares y evitar un cese de pagos. Asimismo, se ordenó a las empresas estatales argentinas canjear bonos en dólares por nuevos instrumentos en pesos para contener la caída de las reservas internacionales en medio del complejo escenario inflacionario que afronta ese país.

El gobernante suramericano pidió a Iberoamérica restablecer la unidad y respetar la diversidad ideológica, y abogó por el cese de los bloqueos económicos.

A las preocupaciones de Fernández se sumó su par chileno Gabriel Boric, quien consideró como “inaceptable” la invasión rusa a Ucrania y dijo que el mundo no se debe acostumbrar a esa guerra.

“Tenemos que seguir condenándola y seguir haciendo esfuerzos para la paz”, afirmó Boric al recordar que en el caso de Ucrania hay, según él, “una violación de los principios fundamentales de la Carta de Naciones Unidas”.

El presidente chileno también rechazó las acciones de represión que ha realizado el gobernante nicaragüense Daniel Ortega contra la oposición en las últimas semanas y dijo que “no es aceptable de parte nuestra callar ante la dictadura familiar de Ortega y (Rosario) Murillo”.

Asimismo, Boric planteó que no se puede seguir tolerando la migración irregular, que la consideró como el “gran desafío de la región”, y abogó por un trabajo coordinado de las autoridades policiales y migratorias regionales para contrarrestar las redes de crimen trasnacional organizado, la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes que aseguró que se asocian al tráfico de armas y drogas.

“Cualquier solución sostenible pasa por ser capaces de trabajar en conjunto entre países de origen, de tránsito y de destino”, sostuvo el gobernante, y agregó que con relación a ese tema conversó con su par boliviano Luis Arce.

Refirió que también hubo diálogos entre los cancilleres de Chile y Venezuela, país del que han salido en los últimos años al menos siete millones de personas huyendo de la crisis económica y social.

Al referirse a las secuelas que está generando del cambio climático, Boric dijo que los países desarrollados deberían hacerse cargo de las pérdidas y daños asociados al clima en la región.

Durante la sesión plenaria los presidentes del bloque aprobaron un plan cuatrienal de cooperación para el período 2023-2026 y cuatro cartas en materia medioambiental, seguridad alimentaria, derechos digitales y arquitectura financiera internacional, la cual se discutió a último momento durante un almuerzo que sostuvieron el sábado los jefes de Estado, según indicó el mandatario dominicano y anfitrión del foro, Luis Abinader. Además, se entregó a Ecuador la presidencia y la organización de la próxima Cumbre Iberoamericana.

Se espera que los compromisos a los que se lleguen sean abordados en la Cumbre Unión Europea-Comunidad de Estados de Latinoamérica y Caribe (Celac), prevista para el 17 al 18 de julio en Bruselas.

Sobre ese punto, el rey Felipe VI anunció que en la cumbre de julio se presentará una cartera de proyectos de inversión estratégicos para la región que contará con el apoyo de la UE e instituciones financieras como el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, Banco Interamericano de Desarrollo, Banco de Desarrollo de América Latina y el Banco Centroamericano de Integración Económica.

En los últimos años, la UE ha descuidado su presencia en Latinoamérica, situación que se profundizó durante los años de la pandemia y la crisis que se desató en el 2022 por la invasión rusa a Ucrania, lo que ha aprovechado China para posicionarse en la región, señaló Carlos Cerda Dueñas, profesor de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey.

Hasta la fecha, una veintena de países de la región han suscrito el memorando de entendimiento de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, que es una estrategia de desarrollo de infraestructura global y cooperación internacional impulsada por China desde el 2013.

El gigante asiático se ha convertido en los últimos años en uno de los principales socios comerciales en países como Brasil, Perú, Uruguay y Argentina, y tiene acuerdos de libre comercio con Chile, Costa Rica y Perú. Este mes, Honduras desplazó su relación con Taiwán para iniciar un acercamiento total con China.

Se estima que en la última década el comercio entre China y Latinoamérica creció de manera significativa y pasó de 18.000 millones de dólares en 2002 a 318.000 millones en 2020.

Cerda Dueñas dijo a la AP que si Europa quiere recuperar espacios en América Latina “necesita mucha voluntad política, mucha inversión y meterse a la carrera porque China ya lleva unos pasos adelante”.

La 28va edición de la cumbre se inició el viernes con la presencia de 14 presidentes y vicepresidentes. Entre los asistentes están el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez; Marcelo Rebelo de Sousa, de Portugal; Gustavo Petro, de Colombia; Mario Abdo Benítez, de Paraguay; Luis Lacalle Pou, de Uruguay; Xiomara Castro, de Honduras; Miguel Díaz-Canel, de Cuba; Guillermo Lasso, de Ecuador, Fernández, Boric y Arce.

Los grandes ausentes fueron los mandatarios de Brasil y México, Luiz Inácio Lula Da Silva y Andrés Manuel López Obrador, lo que generó dudas sobre el interés de las dos mayores economías de la región en la Cumbre Iberoamericana. La vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez informó en su cuenta de Twitter que el presidente Nicolás Maduro no pudo viajar a Santo Domingo para participar en la cumbre debido a que se salió positivo en una prueba coronavirus, pero que el sábado le realizaron dos nuevas pruebas con resultado negativo.