Espero 70 años para ser Rey Los momentos más destacados de la coronación del rey Carlos III

Una audiencia mundial es testigo de la ceremonia y celebración del Reino Unido.

El rey Carlos III es ahora el soberano ungido del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, 

Luego de esperar 70 año el tiempo más largo de la historia para reclamar un destino ordenado al nacer, Carlos, de 74 años, fue coronado el sábado en un ritual religioso antiguo y a menudo conmovedor que respetó la tradición, mostró el sentido de pompa bien organizada típica de los británicos, y agregó toques de modernidad con el objetivo de actualizar una monarquía de 1,000 años ante un futuro incierto. Es el monarca de más edad en subir al trono en el Reino Unido.

Era un día normal de primavera, un poco húmedo, como lo fue para las coronaciones de 1953 y 1937. Pero no fue una tormenta, apenas una llovizna, nada que atenuaría el entusiasmo de las multitudes alegres de fanáticos reales que bordeaban el área de la procesión hasta la abadía; algunos de ellos habían acampado allí durante días.

Su consorte, la reina Camila, de 75 años, también fue coronada, y los herederos de Carlos —el príncipe Guillermo, príncipe de Gales, de 40 años, y su nieto, Jorge de 9 años y príncipe de Gales; ambos futuros reyes— participaron en la ceremonia de dos horas en la abadía de Westminster.

El rey salió de la abadía luciendo la pesada corona imperial del Estado y junto con la reina Camila, regresó al palacio de Buckingham en un antiguo carruaje tirado por caballos, acompañados por filas de tropas de coloridos uniformes, caballos y bandas de música a través de las céntricas calles londinenses repletas de multitudes entusiastas.

Más tarde, la pareja real, con sus coronas y sus túnicas de coronación, apareció en el balcón del palacio con la mayoría de su familia inmediata para agradecer los saludos de la multitud que se acumuló frente al palacio, y para presenciar el tradicional e impresionante vuelo de aviones militares que soltaban colores de Gran Bretaña, rojo, blanco y azul.

Estos son algunos de los momentos más destacados del día, ampliamente transmitidos por las cadenas de televisión de todo el mundo durante horas antes de que comenzara  la ceremonia a las 11 a.m., hora de Gran Bretaña. Los británicos brillaron nuevamente al coordinar un ritual de coronación masivo y complicado que fue casi perfecto.

¡Una corona tambaleante!

Hubo un pequeño problema de ajuste de la corona de San Eduardo. Después de colocarla en la cabeza de Carlos, Justin Welby, el arzobispo de Canterbury, parecía acomodarla un poco para asegurarse de que se mantuviera en su lugar, para luego levantarla brevemente de nuevo para asegurarla. La corona se inclinó hacia adelante, por lo que el arzobispo la ajustó una vez más, hasta que estuvo satisfecho.

Aparte de ser antigua, la corona es pesada y alta, pero se había ajustado especialmente para la cabeza del rey luego de sacarla de la Torre de Londres, donde forma parte de la exposición de las joyas de la Corona.

¿Dónde estaba el príncipe Enrique?

No en el fondo, como predijeron algunos tabloides hostiles, pero tampoco en la parte delantera. El duque de Sussex estaba sentado en la tercera fila, lejos de su hermano mayor el príncipe Guillermo —de quien está distanciado—, y de su familia, quienes estaban en la primera fila.

Enrique, el hijo rebelde más joven del rey, quien es quinto en la línea de sucesión al trono y consejero de Estado, pagó un precio por su decisión de renunciar a su papel real y mudarse con su esposa estadounidense, la duquesa Meghan, a California: caminó solo a la abadía (Meghan se quedó en casa con sus dos hijos) detrás de sus primos, la princesa Beatriz y la princesa Eugenia y sus esposos, quienes siguieron a su padre, el príncipe Andrés, el duque de York, quien ha sido marcado por el escándalo y es el hermano más joven del rey. Todos los Yorks están muy por detrás de Enrique en la sucesión.

El príncipe Enrique no llevaba uniforme pues su difunta abuela, la reina Isabel II, lo despojó de sus asociaciones y papeles militares después de que abandonara el Reino Unido. 

Tampoco estaba en el balcón del palacio después de la ceremonia. Se esperaba que regresara a California inmediatamente después de la ceremonia, por lo que no estará en el concierto de coronación el domingo en el castillo de Windsor.

El príncipe Guillermo se inclina ante el rey

El príncipe Guillermo, primero en la línea del trono ahora, fue el primero después del arzobispo en rendir homenaje al rey. Él fue el único, pues se suprimió el homenaje de los pares que se acostumbraba en pasadas coronaciones. Se comprometió a ser el “hombre de confianza” del rey y lo besó en la mejilla.

Su esposa, la princesa Catalina de Gales (conocida como Kate), y sus hijos, el príncipe Jorge, de 9 años, la princesa Carlota, 8, y el príncipe Luis,5, también estuvieron muy visibles en la ceremonia. Los niños fueron especialmente queridos por las cámaras.

La princesa Kate y la princesa Carlota parecían gemelas

Catalina vestía un diseño blanco de Alexander McQueen debajo de su capa. Su hija Carlota también llevaba un vestido blanco de McQueen con una capa blanca. Carlota también llevaba un pañuelo floral plateado en su cabello, similar a la tiara floral de su madre. 

Luis estaba soñoliento

El pequeño príncipe fue visto bostezando ampliamente en un momento, aunque estaba prestando suficiente atención como para señalar algo a Carlota arriba de sus cabezas. 

Durante el servicio, Luis desapareció durante un breve período, como estaba previsto debido a su edad. Pero a los espectadores les impresionó que estuviera presente por tanto tiempo como estuvo. El verano pasado, durante los eventos del jubileo de plata de la difunta reina, su comportamiento fue algo diferente y sus padres tuvieron que controlarlo sutilmente.

Carlota y Luis se les veía agarrados de la mano 

En un momento dado, a Carlota y a Luis se les veía agarrados de la mano mientras estaban parados en la abadía, al lado de sus padres. Y Jorge, con un uniforme escarlata por su papel como paje de honor, se vio haciendo muecas divertidas o sacando la lengua.

La familia regresó al palacio después de la ceremonia en el segundo carruaje, detrás de la carroza del rey y la reina.

Nuevas incorporaciones a la ceremonia

Una distinción obvia de esta coronación es la diversidad de las personas que observan y participan dentro de la abadía, incluido el coro góspel y las diversas personas de color seleccionadas para llevar símbolos importantes de Estado o leer de la Biblia.

El primer ministro Rishi Sunak, el primer jefe de Gobierno no cristiano en la historia británica (es hindú), leyó del primer capítulo de la epístola de San Pablo a los colosenses, pidiendo oración incesante por el rey.

Al final de la ceremonia, en un gesto sin precedentes para reconocer la diversidad religiosa de Gran Bretaña del siglo XXI, el rey recibió un saludo de líderes y representantes de las principales comunidades religiosas no cristianas.

“Nos unimos con personas de todas las fes y creencias en acción de gracias y en servicio junto a ustedes por el bien común”, le dijeron los líderes al rey.

“Vengo a servir»

Una de las primeras señales de que este sería un ritual de coronación actualizado, uno creado por el propio rey, fue el saludo después de que el rey y la reina entraran en la abadía y caminaran por el pasillo central. Un niño pequeño, miembro del coro de la capilla real, le dio la bienvenida al rey “en nombre del Rey de Reyes”.

Charles respondió: “En su nombre y siguiendo su ejemplo, no vengo a ser servido, sino a servir”.

Este pequeño encuentro es una nueva adición a la ceremonia de coronación, que refleja el esfuerzo del rey de demostrar que la monarquía sirve al pueblo y no al revés.

“Estoy dispuesto”

Una parte clave de la ceremonia de coronación es el juramento del rey de defender y proteger la ley y la religión protestante del Reino Unido. El juramento de Carlos incluyó la promesa de “fomentar un entorno en el que personas de todos los credos y creencias puedan vivir libremente”.

El arzobispo de Canterbury dijo: “El juramento de coronación ha estado vigente por siglos y está protegido por la ley. ¿Estás dispuesto a tomar el juramento?” “Estoy dispuesto”, respondió el rey.

El momento más sagrado oculto detrás de la pantalla

Siguiendo la tradición, incluida la coronación de su madre en 1953, Carlos eligió ser untado —la parte más sagrada de la ceremonia— con aceite consagrado de Jerusalén, protegido de las cámaras detrás de una pantalla bordada de tres lados, de nuevo diseño y abierta solo al altar mayor de la abadía.

Detrás de ella, el arzobispo vertió el aceite sagrado de un ámpula de oro en forma de águila en la cuchara de coronación del siglo XII, e hizo una señal de la cruz en las manos, el pecho y la cabeza del rey. (El mismo ritual se llevó a cabo en la reina Camila, pero su unción no se proyectó). En la antigüedad fue símbolo de que los monarcas gobernaban por derecho divino, pero hoy confirma que el monarca británico es el líder supremo de la Iglesia de Inglaterra.

La pantalla, sostenida por postes hechos de un antiguo roble de Windsor y montada con águilas doradas, combina prácticas tradicionales y contemporáneas de bordado sostenible para reflejar el afecto del rey por la mancomunidad, según el palacio de Buckingham. El diseño de la pantalla toma la forma de un árbol, e incluye los nombres de las 56 naciones de la mancomunidad con el cifrado del rey en la base. El diseño está inspirado en los vitrales del santuario de la capilla real del palacio de San Jaime.

¿Quién es «Gold Stick» y qué hizo?

La hermana del rey y única hija de la difunta reina, la princesa real Ana, de 72 años, desempeñó un papel especial como el único miembro de la realeza a caballo, liderando la procesión de miles de militares directamente detrás de la carroza estatal dorada que llevaba al rey y a la reina de regreso al palacio de Buckingham luego de la ceremonia.

Ana, ampliamente reconocida como la integrante de la realeza más trabajadora, con cientos de compromisos al año, ha sido “Gold Stick in Waiting” (bastón de oro en espera) desde 1998, un cargo antiguo que se refiere a los (hombres) que actuaban como guardaespaldas del monarca.

La impresionante escena del balcón

Antes del día de la coronación, el palacio se negó a revelar quién aparecería en el balcón del palacio de Buckingham junto a los recién coronados rey y reina. Como era de esperar, solo 15 miembros de su familia estaban allí y todos son miembros de la realeza que trabaja. Por lo tanto, ni el príncipe Enrique ni el príncipe Andrés (el hijo de 63 años de la reina Isabel que ha estado involucrado en controversia) estuvieron allí, ya que ninguno de ellos trabaja como realeza.

La concentración en el balcón es tradicional en los grandes acontecimientos reales, para saludar a la multitud, agradecer los vítores y contemplar el habitual sobrevuelo de aviones militares con los colores rojo, blanco y azul británicos.