A demostrar el poder hispano

Editorial
Washington Hispanic

ue una afortunada coincidencia que apenas un día después del esperado primer debate presidencial efectuado en Nueva York entre los candidatos demócrata y republicano, la nación celebrara el martes 27 el Día Nacional del Registro de Votantes.

En el encuentro aludido, la ciudadanía tuvo un primer gran acercamiento con sus políticas y hasta con la imagen y el carácter de cada uno de los oponentes. Un buen porcentaje de indecisos habrá tomado una decisión y otros habrán fortalecido o desvanecido sus preferencias.

A menos de 40 días de la decisiva elección del 8 de noviembre, este Día Nacional del Registro de Votantes ha servido para incentivar el entusiasmo de las organizaciones comunitarias que se proponen impulsar el voto masivo de los electores hispanos. Tarea especial le corresponde al Consejo Nacional de La Raza (NCLR por sus siglas en inglés), que anunció nuevas campañas como parte de su compromiso cívico para ayudar a inmigrantes elegibles a convertirse en ciudadanos y a éstos en votantes y a que la comunidad hispana entera se comprometa en debates políticos que afectan a ellos mismos y a sus familias.

“La influencia de la comunidad hispana en el panorama electoral es indiscutible”, afirma la presidenta del NCLR, Janet Murguía, “porque nosotros ayudaremos a decidir quién entra a la Casa Blanca y también al Capitolio”.

Pero todavía hay mucho por hacer. La población de ciudadanos hispanos en edad de votar llegará a 27,3 millones este año, por encima de los 8 millones calculados en 2008. Un millón de jóvenes hispanos nacidos en Estados Unidos cumple la mayoría de edad cada año.

Washington Hispanic considera que traer oportunidades de registrarse a estos potenciales votantes es esencial. Aún hay tiempo de hacerlo y en esa tarea organizaciones como NCLR tienen nuestro más amplio respaldo.