Sofía y Mateo, la combinación perfecta de amor filial, esfuerzo y esperanza

Por Grego Pineda*

 

Sofía Elescano Revelo es una joven, nacida de la unión amorosa de una salvadoreña y un peruano, en Los Estados Unidos de América. Sofía tiene 18 años de edad y recién ha terminado sus estudios de High School en la Escuela Internacional del Distrito de Columbia. Fue galardonada con el Diploma de «Outstanding Spanish Scholar». Pero lo más destacable es que, por mérito propio, ha ganado una beca completa titulada «Beca al liderazgo de la Posse Foundation», que le abre las puertas para estudiar doble especialidad: Educación Especial y Español, durante cuatro años, en la prestigiosa University of Wisconsing-Madison.

 

La conquista de Sofía Elescano Revelo es de mucho interés para la comunidad hispana en Los Estados Unidos de América por varias razones: es una joven que si bien es cierto nació estadounidense, también es cierto que en su hogar siempre se habló español y se comía alternativamente comida salvadoreña y peruana con la comida estadounidense. Es decir, fue criada al estilo latino, con todas las costumbres y valores compartidos en familias hispanas.

 

La historia de éxito de Sofía se puede repetir en otros hogares latinos en los Estados Unidos. Todo comenzó con la decisión de los padres de educar a los hijos dedicándoles el tiempo suficiente y coordinando esfuerzos para involucrarse en la vida y actividades escolares, así como estar presentes en los momentos que sus hijos escogieran y alternaran con otros jóvenes. Esto es fundacional para acompañar a los jóvenes en los años difíciles de la adolescencia y la transculturización.

 

«Sofía, siendo más adolescente, era un poquito rebelde, como cualquier muchachita» recuerda su padre Daniel Elescano, peruano que llegó a la zona en 1989, a los 21 años de edad y quien ha trabajado en diferentes oficios para procurar el sustento de su hogar. «Yo conversaba con ella y le explicaba sobre el respeto y valor de la familia, de las amistades debidamente escogidas, del valor del trabajo y en su caso la importancia de estudiar y tomar eso como su trabajo y responsabilidad. Recuerdo que ella escuchaba con atención».

 

La salvadoreña Hilda Patricia Revelo Elescano, madre de Sofía, comparte: «Hay que poner rutinas en casa y velar que los hijos se tomen en serio la educación y uno involucrarse en los asuntos de la escuela. Estoy orgullosa de mi hija y sus logros que son producto de su esfuerzo: Sofía tiene paciencia y cariño para los niños con necesidades especiales y eso es muy importante para la profesión que ha elegido estudiar».

 

La becada y exitosa estudiante Sofía Elescano Revelo me comentó que a partir del décimo grado de estudio fue cuando tomó conciencia y comprendió que podía aspirar a ir a la Universidad y elegir una carrera que le gustara, que le apasionara y vivir el resto de su vida en eso y con esa opción. A partir de esos años ya sus padres no debían preocuparse en sus tareas pues ella tomaba muy en serio y con responsabilidad sus estudios. Y buscó actividades extracurriculares para poder expandir su experiencia y conocimientos.

 

Sofía me responde: «He desarrollado un carácter fuerte y eso se lo debo a mi padre quien siempre ha estado conversándome y forjándome la personalidad con consejos y varias veces tuvimos diferencias de opiniones y éstas fueron tratadas con respeto, pero con diálogo franco y abierto. Pero siempre tuve el amor total de mi madre y padre, ambos me acompañaron y apoyaron en toda mi vida de estudiante, pero también en mi vida personal y familiar. Son mis amigos, pero teniendo claro que son mis padres y hay una diferencia clara entre amigos y padres».

 

Pregunté a Sofía de porqué había elegido la carrera que está a punto de iniciar y dijo: «Cuando yo empecé a interesarme en la educación especial fue por la situación de mi hermano menor Mateo. Él fue diagnosticado con Autismo a los cinco años de edad. Antes habíamos tenido todo tipo de situaciones difíciles para que se integrara al sistema educativo ordinario y también mis padres buscaron ayuda profesional, pero yo veía dificultades graves para encontrar soluciones».

 

Sigue Sofía: «He visto, con los años, de cómo mucha gente ha ayudado a mi hermano y eso me ha despertado interés e inspiración pues yo quiero ser parte de un equipo profesional que ayude a los niños con necesidades especiales. En verdad, Mateo, ha tenido mucho que ver con mi decisión de estudiar en la Universidad y especializarme para ayudar a niños como él para que se integren, conforme a sus posibilidades a una vida regular. Y quiero dominar el español para ayudar a la Comunidad Latina en buscar y encontrar apoyo y recursos para bregar con un hijo o hermano con Autismo, Síndrome de Down, Dislexia u otra condición especial».

 

Sofia se irá pronto a la Universidad e iniciará un vuelo en solitario en el cielo que ella ha elegido. Esto, sin duda, está generando muchas ansiedades en sus padres pues viven entre la satisfacción de ver a su hija realizada y alejándose para construir su destino, pero también ven partir a su niña, la muchachita rebelde que supo canalizar sus energías y escuchar y seguir consejos de sus padres. Se va la hermana de Mateo a quien habrá que explicarle y buscar ayuda profesional para que entienda y comprenda que su hermana se ha ido lejos por amor, por devoción a él, por que él es el motivo e inspiración de que su hermana vaya a estudiar lejos para después regresar y ayudar a muchos Mateos que también merecen la esperanza de un mejor vivir. ¡Buen viaje Sofía y que Dios te acompañe!

 

 

*Escritor, Abogado y Notario salvadoreño residente en Virginia.