La historia de John, Un ingeniero con discapacidad que creó un software para hablar y ser profesor

John Sánchez tiene 34 años de edad y habló con Infobae para contar su historia basada en la tecnología al mundo

En Medellín, Colombia, hay un ejemplo de cómo la tecnología es una herramienta que brinda oportunidades. John Sánchez es un ingeniero de sistemas que logró superar una enfermedad degenerativa a través del desarrollo de un software propio, que le permite hablar y dar clases a más de 300 estudiantes.

Su sueño más grande es eliminar las barreras que impiden acceder al universo digital y cree que el proyecto de Elon Musk, con Neurolink, puede ser una de las fórmulas para lograr ese objetivo. Aunque sabe que el camino aún es largo, incluso lo cuenta en siglos.

“Cada avance nos lleva un paso más cerca de un mundo donde la inclusión y la igualdad sean una realidad para todos. Aunque el camino sea largo y desafiante, no podemos dejar de trabajar incansablemente para alcanzar este sueño, independientemente del tiempo que lleve convertirlo en una realidad”, aseguró Sánchez.

La historia de Jhon

Durante sus primeros seis años de vida, Jhon creció como cualquier otro niño. Pero al llegar a esa edad empezó a tener problemas con la movilidad de uno de sus pies. Ahí comenzó un nuevo camino. Una enfermedad degenerativa le ha ido limitando su movilidad y capacidad de habla, pero no su plena conciencia para trabajar por lo que siempre soñó.

“Mi mamá cuenta que desde que era un niño en el colegio solía escribir en un libro que quería convertirme en Ingeniero de Sistemas. Ahora, después de tres décadas, he logrado alcanzar mi sueño. Me he convertido en doctor en Ingeniería de Sistemas y soy profesor”, contó

Su vida no es solo el trabajo y estudio, también es un gran fanático por los videojuegos, especialmente los de rol y FIFA. Y aunque agradece el progreso que ha tenido esta industria hasta ahora, pide que sea “más accesibles para todos” porque todavía “hay un amplio margen para el desarrollo y la innovación”.

Sánchez define la esencia de su vida en una sola palabra: “resiliencia”. Asegura que él siempre ha estado convencido de que nunca debe rendirse, pero eso no quiere decir que “mi camino no haya sido difícil”.

La historia del ingeniero

Durante su doctorado como ingeniero de sistemas, el ingeniero colombiano desarrolló un software que le permite hablar y comunicarse con mayor precisión, ya que su enfermedad le ha ido quitando la capacidad de coordinar los movimientos para esa acción.

“Este sistema es capaz de transformar cadenas de texto en una experiencia auditiva, a través de la implementación de servicios proporcionados por Google. 

Mediante esta tecnología generamos una voz sintética, que puede ser posteriormente almacenada como un archivo en formato MP3″, sintetizó Jhon Sánchez sobre cómo funciona su plataforma, que le permite dar clases en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia en Colombia.

Pero el desarrollo no se queda ahí. Inicialmente, está trabajando en la inclusión de otras voces y la integración con la inteligencia artificial, que puede ser clave para optimizar los tiempos de escritura y tener una comunicación mucho más fluida.

“Actualmente, estamos desarrollando un teclado virtual con un sistema de aprendizaje automático. Las tasas de escritura actuales son ineficientes, con solo una o dos palabras por minuto. Este proyecto tiene la capacidad de evolucionar y adaptarse continuamente para analizar elecciones léxicas del usuario y durante una conversación registrar sus preferencias y sugiriendo palabras contextuales en tiempo real”, afirmó.

La idea de esta propuesta no es solo que el teclado prediga la palabra que sigue, sino que sea capaz de crear una fila personalizada de las palabras más usadas y priorice las que usaría específicamente en diferentes espacios, como el trabajo o su vida social.

“Esto no solo mejora la comunicación, sino que también brinda al usuario un mayor control y empoderamiento al ver como el teclado se adapta a sus necesidades únicas”.

La historia de Jhon Sánchez, el ingeniero, deja demasiadas lecciones. Está claro que la sociedad actual no está diseñada para que la accesibilidad sea una prioridad. Pero hay personas dispuestas a superar esos retos y demostrar que, aunque conseguir la eliminación de las barreras “requerirá de siglos de avance científicos y tecnológicos, cada pequeño paso nos acerca y no hay que dejar de trabajar”.