Arte urbano callejero o grafiti
Un ex grafitero peruano, que pintó más de 100 obras en las calles de Buenos Aires, y artistas referentes de técnicas, como el stencil, grabado e impresiones, que pasaron por Tecnópolis, hablan sobre arte urbano, callejero o simplemente una nueva forma de expresión
Hay diversas formas de acción y expresión artística en la vía pública. Hay artistas que solo trabajan en las calles, que imprimen su estilo y forma de comunicar a través de murales, grafitis, stencil, afiches, impresiones en superficie, etc.
Es común y corriente caminar por los principales ciudades del mundo y encontrar esquinas llenas de color que forman parte del paisaje cotidiano y hasta lo transforma y resignifican. A muchos artista no se les conoce la cara y justamente el anonimato es lo que alimenta el misterio y hace crecer la leyenda. Pero, ¿quiénes son aquellos artistas que son más reconocidos por su estilo que por su nombre?, ¿por qué el anonimato? En Argentina hay muchos artistas anónimos que se identifican con esta forma de expresión.
Causi051, de Lima a Buenos Aires
Causi051 es el seudónimo que utiliza Mario Eduardo Abad Pinto, quien pintó más de diez murales a lo largo de cien metros en San Telmo. Su obra más reciente es un rostro de David Bowie -que hizo a pedido de un bar- y al que vecinos y turistas fotografían cuando pasan por la esquina de Bolívar y Estados Unidos. Es la atracción del momento y una de las imágenes con más publicaciones en Instagram. Este artista peruano, que vive en Buenos Aires hace doce años, relata cómo se comenzó a vincular con el arte, en particular con el grafiti, y su tránsito actual hacia la realización de murales, esculturas y pinturas a gran escala.
“A veces siento que decir arte callejero es como bajarle el precio a lo que hago. Me siento como si fuese un malabarista y lo digo sin ánimo de desprestigiar a nadie, pero me considero artista, ya no me considero grafitero, me siento muralista”, señala el artista.
Si bien Causi051 sigue utilizando la técnica del aerosol para sus murales y retratos siente que hay un cambio en la concepción de su arte. “El grafiti real plasma un mensaje fuerte y transgresor, en cambio el muralismo tiene una fibra política”, opina.
Actualmente, Causi051 está abocado al proyecto de pintar un mural en Barracas (en donde tiene su taller) en homenaje a los ex combatientes de Malvinas. “Quiero rendirles todos los honores, lo estoy haciendo porque quiero hacer algo más educativo y me gustaría sumar al Museo Malvinas para que intervengan y le agreguen un código QR a la obra, así los chicos en edad escolar pueden bajar toda la información sobre lo que fue la guerra de Malvinas, sensibilizarlos, concientizarlos y hacerles ver que fueron chicos muy jóvenes como ellos los que fueron a esa injusta guerra. Elegí esta acción porque es un tema que me emociona mucho, yo me siento tan argentino como peruano y este es mi humilde homenaje”, concluye Causi051.
Arte para todos y todas en Tecnópolis
El parque de arte y ciencia y tecnología también se hizo eco del arte urbano y callejero e incluyó, dentro de su programación de verano, la realización de talleres y encuentros didácticos para toda la familia. Stencil, grabado, impresión tipográfica, entre otras técnicas, fueron transmitidas durante estos fines de semana en los “Reencuentros Cuidados” que propuso Tecnópolis para la temporada estival.
Detrás de esos talleres estuvo la dirección y coordinación de jóvenes artistas que compartieron sus saberes y realizaron junto al público algunas obras que luego éstos llevaron a sus hogares. De esta experiencia inusual, con aforo reducido y protocolos sanitarios estrictos, las y los artistas contaron las experiencias de su participación en esta edición 2021.
Rosana Barragán
La comunicación y el sentido de las palabras es un tema que atraviesa toda su práctica artística. Rosana trabaja principalmente con afiches y pegatinas y, como sus obras están destinadas al espacio público, suele trabajar en gran escala con impresiones realizadas mediante tipografía móvil de madera o con serigrafía usando la misma materialidad y herramientas que se utilizan o utilizaban en los afiches tipográficos tradicionales. Su experiencia de trabajo en una imprenta de La Matanza durante cuatro años -hasta inicios del 2020- la ayudó a garantizar un vínculo material real con la referencia existente. Como trabaja con módulos grandes hace que el emplazamiento lleve varias horas por lo que suele trabajar con permisos gubernamentales previos.
«Suelo hacer afiches en los espacios públicos, de los típicos de publicidades callejeras pero ilegibles.Es un contrasentido, un afiche comunicacional que no comunica. Entonces, ante los intentos fallidos por leer y/o entender las palabras, sólo queda abandonar el intento y dejarse llevar por una nueva significación, vinculada a la totalidad de la obra y a cuestiones expresivas, poéticas y estéticas. Es una práctica que se vincula a la acción, siendo importantes tanto el momento de la pegatina como su posterior permanencia».