Hillary acepta nominación presidencial demócrata
AP
FILADELFIA
illary Clinton coronó la convención demócrata con un llamado a la unidad y la tolerancia. Ahora, una de las figuras más polarizantes y cuestionadas en la política estadounidense deberá convencer a los votantes de que ella, y no Donald Trump, pueden sanar las heridas del país.
«Yo sé que en una época en que parecemos tan divididos, parece difícil pensar en que algún día estaremos unidos nuevamente», dijo la candidata demócrata ante la atenta multitud en la convención. «Pero yo estoy aquí, esta noche, para prometerles: es posible avanzar».
Luego de su discurso de aceptación, diseñado explícitamente para atacar al republicano Trump, la primera mujer en ser candidata presidencial en la historia estadounidense se irá de campaña por dos estados en fuerte disputa: Ohio y Pennsylvania.
Trump confía contar con el apoyo en esos estados de los hombres blancos de clase obrera, un sector demográfico que hasta ahora rechaza a Clinton y que probablemente no cambiará de opinión al ver la convención demócrata, con su énfasis en la diversidad y racial y sexual.
Clinton, acompañada por su compañero de fórmula Tim Kaine, hablará de oportunidades económicas, la diversidad y la seguridad nacional, temas que fueron enfatizados en la convención por políticos, activistas y celebridades de todo tipo de raza y tendencia sexual.
El objetivo es lograr la asistencia a las urnas de los miembros de minorías, las mujeres y los jóvenes, sectores todos que impulsaron a Barack Obama a la presidencia en dos oportunidades y que como Obama, dan por sentado que entre los hombres blancos no habrá mucho apoyo.
Los demócratas señalaron el contraste entre su discurso optimista y concreto, con la difusa y enfadada retórica de Trump y sus partidarios en la convención republicana.
Trump «está ofreciendo promesas huecas ¿Y nosotros qué ofrecemos? Un plan audaz, para mejorar las vidas de todos los habitantes del país, para protegerlos, para darles buenos empleos, para darle a sus hijos las oportunidades que merecen. El contraste es claro».
En la convención abundaron los elocuentes homenajes a Hillary Clinton, entre ellos el de su esposo, el ex presidente Bill Clinton, y el de su ex jefe, el presidente Obama. Los activistas demócratas confían en que esos elogios ayudarán a generar confianza hacia la candidata a pesar de que muchos estadounidenses opinan que ella no es confiable.
A pesar de que ella tiene décadas en la vida pública, muchos estadounidenses tienen una imagen negativa de ella en parte por los constantes ataques y críticas de los republicanos. Ella misma lo reconoció.
«Entiendo que hay alguna gente que simplemente no sabe cómo soy, así que déjenme decirles», dijo la candidata en su discurso.
Para Clinton, ahora que se calienta la campaña electoral hacia las elecciones de noviembre, es imperativo cambiar la imagen que muchos tienen de ella.