Hacia la equidad de género

Sara Solís Castañeda
Embajadora de Guatemala en Honduras

l 8 de marzo de cada año se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Los antecedentes históricos se remontan a la antigua Grecia y pasan por la Revolución Francesa en 1789, como también Europa y Estados Unidos en el Siglo XX.

En el marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de la cual Guatemala tiene el honor de ser uno de sus 51 miembros fundadores en 1945, se destaca su Carta o tratado constitutivo, que establece el primer acuerdo internacional para afirmar el principio de igualdad entre mujeres y hombres. También en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU el concepto de igualdad de género es básico y su objetivo es dar a las personas igualdad legal, cultural y social.

En el Derecho Internacional, el principio de igualdad y de no discriminación por razón de sexo es una obligación vinculante y, debido a su carácter esencial, se establece siempre como un principio que ha de inspirar al resto de los derechos fundamentales.

La ONU comenzó a celebrar el Día Internacional de la Mujer hace 41 años, es decir un 8 de marzo de 1975; de acuerdo con información del organismo, no fue sino hasta diciembre de 1977, que su Asamblea General adoptó una resolución proclamando un “Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional”. Dentro de la estructura de esa organización también existe una entidad denominada ONU-Mujeres, creada en 2010, con el fin de fomentar el empoderamiento de la mujer y la igualdad/equidad de género. Y anteriormente a ella, también se instauraron, siempre dentro del sistema de la ONU, el Instituto Internacional de Investigación y Capacitación para la Promoción de la Mujer (INSTRAW por sus siglas en inglés) y el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM). Todas estas acciones y decisiones están respaldadas por cuatro importantes conferencias mundiales de las Naciones Unidas sobre la mujer (México 1975; Copenhague 1980; Nairobi 1985 y Beijing 1995) y desde la última conferencia mundial se han celebrado tres revisiones para evaluar con los gobiernos la aplicación de la Plataforma de Acción de Beijing.

Cada año se escoge un tema para el Día Internacional de la Mujer y el del 2016 es “Por un Planeta 50-50 en 2030: Demos el paso para la igualdad de género”. Este lema y la propia ocasión nos invitan a reflexionar sobre lo alcanzado y en lo que falta seguir trabajando para hacer esto una realidad: equidad de género; empoderamiento de la mujer; educación y participación de la niña; la no violencia contra la mujer; visualización de las féminas; fin a toda forma de discriminación y prácticas nocivas contra la mujer incluido el feminicidio, el machismo, la trata, acoso y explotación sexual; la emancipación de la mujer; la reducción de la brecha digital; la no feminización de la pobreza, etc.

Coincidiendo con ONU-Mujeres, cada vez aumentan los movimientos internacionales en favor de los derechos de las niñas y mujeres y hoy la celebración del Día Internacional de la Mujer tiene un carácter global. Algunos de estos movimientos, por ejemplo, han permitido la oportunidad de incrementar el apoyo a los derechos y la participación de las mujeres en las esferas política y económica de muchos países. Suma también el establecimiento de cuotas de género o leyes de cuotas que propician un nivel más equitativo en la distribución de los géneros en diferentes posiciones o puestos (i.e. cargos de elección popular y representación), con el objeto de que exista mayor presencia de mujeres en los mismos.

Consecuentemente, invito a no desmayar en este propósito, a continuar con el llamado al cambio, al seguimiento del trabajo en el área de género a todo nivel y también, por supuesto, a celebrar hoy los espacios ganados con el esfuerzo y la determinación de muchas mujeres que han jugado un rol destacado en diferentes disciplinas. Justo también es reconocer el papel de muchos hombres, entre ellos padres de familia, académicos o estadistas, algunos de ellos extraordinarios, como el Papa Francisco, que influyen a nivel mundial y son formadores de opinión: Magister dixit “un mundo en el que las mujeres son marginadas es un mundo estéril”.

Concluyo recordando que el esfuerzo de todos debe ser una condición sine qua non para avanzar en este tema. Aún hacen falta cambios, pero hoy celebramos los ya adquiridos y hacemos votos por los que están planificándose; los avances en materia de igualdad de género son oportunos y ventajosos pues un beneficio para la mujer es beneficio para la familia y por consiguiente para la sociedad.

Por ello y por un futuro mejor en materia de equidad de género: ¡Feliz Día Internacional de la Mujer!