Restringen visas de trabajo temporal

Redacción
Washington Hispanic

La administración del presidente Donald Trump extendió hasta fin de año una restricción a la emisión de tarjetas de residencia fuera del país, y añadió muchas visas de trabajo temporal a esa suspensión, las que entraron en vigor desde el miércoles 24, incluidas aquellas usadas ampliamente por las compañías de tecnología y corporaciones transnacionales.

El gobierno sostuvo que la medida es una forma de liberar empleos en una economía que sufre los estragos del coronavirus. Estimó que las restricciones liberarán hasta 525 mil empleos para los estadounidenses, una afirmación que fue rápidamente cuestionada por detractores.
Las categorías de visas afectadas por las nuevas restricciones, que entraron en vigor el miércoles, son:

• H-1B, utilizadas ampliamente por las principales compañías tecnológicas estadounidenses y de India, y sus familiares inmediatos.
• H-2B, para los trabajadores temporales no agrícolas.
• J-1, para estudiantes de intercambio.
• L-1, para gerentes y empleados destacados de corporaciones trasnacionales.

Habrá excepciones para los trabajadores del sector de procesamiento de alimentos, que representan alrededor del 15 por ciento de las visas H-2B, explicó una fuente del gobierno. Los trabajadores de salud que ayudan a combatir al coronavirus mantendrán una exención a las restricciones, aunque será más limitada.

“En la administración del sistema migratorio de nuestra nación, debemos estar conscientes del impacto de los trabajadores extranjeros sobre el mercado laboral de Estados Unidos, especialmente en el extraordinario ambiente actual de elevado desempleo interno y menor demanda de mano de obra”, escribió Trump en su proclama presidencial.

Pro y contra

“Esta es una medida audaz del gobierno de Donald Trump para proteger los empleos estadounidenses”, opinó Mark Krikorian, director ejecutivo del Centro de Estudios sobre Inmigración, un grupo que está a favor de las restricciones.

Por el contrario, Thomas J. Donohue, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, dijo que las medidas dañarán a la economía estadounidense, en lugar de ayudarla.

“El colocar un letrero de ‘usted no es bienvenido’ para ingenieros, ejecutivos, expertos en tecnologías de la información, doctores, enfermeras y otros trabajadores no ayudará a nuestro país, sino que impedirá que avancemos”, señaló.

Todd Schulte, presidente de la organización bipartidista FWD.us, con sede en DC, señaló que estas restricciones masivas a la inmigración legal, “incluyendo las de inmigrantes que contribuyen a la medicina, la ciencia y la investigación en los Estados Unidos…, no sólo entorpecerá los esfuerzos para salvar vidas sino dificultará la creación de trabajos y la recuperación de nuestra economía”.

BSA, un grupo que representa a importantes compañías de software, exhortó al gobierno a reconsiderar, en especial los cambios al programa a las visas H-1B, diciendo que entorpecerán la recuperación económica al dificultar cubrir puestos laborales cruciales.

La restricción a la emisión de visas en el extranjero entrará en vigor de manera inmediata. Otros cambios, como restringir los permisos de trabajo para solicitantes de asilo, pasarán por un proceso formal de elaboración de reglas que toma meses.