Adiós a una leyenda: John Lewis

Víctor Caycho
Washington Hispanic

John Lewis, el valeroso activista de potente voz y un luchador por la justicia racial y que se convirtió en un símbolo de los derechos civiles, logró unir el lunes a los líderes demócratas y republicanos del Congreso, en un impresionante acto solemne de unidad bipartidista.

Todos los congresistas y senadores elogiaron en la Rotonda del Capitolio a Lewis, llamándolo “el representante moral de la nación” mientras que la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, lo calificó como la “conciencia del Congreso” que fue “venerada y amada en ambos lados del pasillo, en ambos lados del Capitolio”.

El líder de la mayoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, elogió al congresista de Georgia por servir durante mucho tiempo como un modelo de coraje y un “pacificador”.

“El arco del universo moral es largo, pero se inclina hacia la justicia”, destacó McConnell, citando al reverendo Martin Luther King Jr., con quien Lewis trabajó lado a lado en la lucha por los derechos de todas las comunidades. “Pero eso nunca es automático. La historia solo se inclinó hacia lo correcto porque personas como John pagaron el precio”, sentenció.

También asistieron al acto el vicepresidente Mike Pence y Joe Biden, el candidato demócrata a la presidencia. Quien no asistió fue el presidente Donald Trump. Sólo dirigió un mensaje en Twitter, donde escribió: “Me entristece la noticia de la muerte del héroe de los derechos civiles. Melania y yo rezamos por él y por su familia”.

Lewis murió el 17 de julio a la edad de 80 años, por un cáncer renal. Nacido de aparceros durante la época de la segregación racial, Lewis fue golpeado y herido seriamente por agentes del estado de Alabama durante el movimiento por los derechos civiles. Después fue el orador que antecedió el famoso discurso de Martin Luther King “I Have a Dream” (Yo Tengo un Sueño) en la Marcha de 1963 en Washington y fue galardonado con la Medalla de la Libertad por Barack Obama, el primer presidente afroestadounidense de la nación en 2011.

Lewis fue el más joven y el último sobreviviente de quienes hablaron en los escalones del Monumento a Lincoln en la Marcha en Washington.

 

“Buen problema”

Durante el acto de despedida, decenas de legisladores no ocultaron sus lágrimas, mientras el ataúd cubierto con la bandera de Estados Unidos y que llevaba el cuerpo de Lewis fue puesto sobre el catafalco construido para el presidente Abraham Lincoln y una grabación con la voz del difunto congresista resonó en el mármol y las paredes doradas.

“Debes encontrar una manera de interponerte en el camino. Debes encontrar una manera de meterte en problemas, pero buenos problemas, problemas necesarios”, proclamó Lewis en un discurso de graduación de la Universidad Emory en Atlanta. “Usa lo que tienes … para ayudar a hacer de nuestro país y hacer de nuestro mundo un lugar mejor, donde nadie se quede afuera o se quede atrás. … Es tu momento”.

Los miembros del Caucus Negro del Congreso usaron máscaras con el mensaje “Buen problema”.

La ceremonia fue la última de una serie de recuerdos públicos. Pelosi se encontró con el ataúd más temprano el mismo lunes en la Base Andrews en Maryland, y la caravana de Lewis se detuvo en Black Lives Matter Plaza, cerca de la Casa Blanca, cuando pasó por Washington antes de llegar al Capitolio.

 

EN EL “DOMINGO SANGRIENTO”

 

Hace 55 años, John Lewis se puso a la cabeza de una multitud que marchó con el objetivo de cruzar el Puente Edmund Pettus, en Selma, Alabama, para protestar ante el Capitolio estatal. Pero cuando avanzaron fueron arrollados por agentes federales y la Policía Montada.

Lewis, al igual que muchos otros, resultó seriamente herido en la cabeza y el cuerpo. Ese día de 1965 fue bautizado como “Domingo Sangriento”, y el país conoció horrorizado los crueles maltratos contra los miembros de la comunidad afroamericana.

Selma se convirtió en un referente de la lucha por la justicia racial. Semanas después los manifestantes recién pudieron llegar hasta el Capitolio de Alabama, en demanda de justicia y por el derecho al voto.

El 6 de agosto del mismo año, el presidente Lyndon Johnson firmó la histórica Ley de Derechos Electorales, que permitió por primera vez el voto de los negros.

Lewis cruzó el puente Edmund Pettus por última vez el domingo 26 en un carruaje tirado por caballos antes de que un coche fúnebre lo transportara al Capitolio de Alabama y horas después a Washington DC.

El legendario activista tuvo un funeral privado el jueves 30 en la histórica Iglesia Bautista Ebenezer de Atlanta.

 

Usa lo que tienes para ayudar a hacer de nuestro país y hacer de nuestro mundo un lugar mejor, donde nadie se quede afuera o se quede atrás”.

~John Lewis, en discurso de graduación pronunciado en la Universidad Emory, en Atlanta.