Elaboran regla para impedir que solicitantes de asilo obtengan permisos de trabajo

El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU está considerando una regulación que impediría que la mayoría de los solicitantes de asilo obtengan permisos de trabajo, lo que podría cambiar drásticamente una política migratoria de larga data en Estados Unidos, según informaron dos funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional.

Una propuesta presentada por funcionarios del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS) implicaría una suspensión indefinida de la política gubernamental vigente desde hace décadas que permite a los migrantes con solicitudes de asilo pendientes trabajar legalmente en el país mientras se resuelve su caso, dijeron los funcionarios, que pidieron mantener el anonimato para hablar sobre las deliberaciones internas.

Los cambios propuestos —que no se habían reportado previamente— añadirían otra capa a la ofensiva migratoria de todo el gobierno de Trump, dirigida a un sistema de asilo con un retraso masivo que, según sus principales asesores, está siendo explotado sistemáticamente por migrantes con motivaciones económicas.

Sin embargo, una suspensión de los permisos de trabajo para solicitantes de asilo también genera preocupación entre defensores de los derechos de los migrantes, quienes advierten que podría impedirles mantenerse a sí mismos y a sus familias, empujándolos a trabajar ilegalmente en la economía informal.

Desde la década de 1990, la ley americana ha permitido que los funcionarios de inmigración otorguen permisos de trabajo a los solicitantes de asilo si sus casos han estado pendientes por al menos 180 días. En términos generales, esto ha permitido a los solicitantes pedir un permiso 150 días después de presentar su solicitud, y recibirlo tras otros 30 días.
Pero una nueva regulación que la actual administración está evaluando internamente suspendería la emisión de permisos de trabajo hasta que USCIS logre resolver todas las solicitudes de asilo dentro de un promedio de 180 días, dijeron los funcionarios del DHS.

Ese plazo sería sumamente difícil de alcanzar en el corto plazo debido a los grandes atrasos y limitaciones operativas. Por ejemplo, un informe oficial reveló que, el año pasado, más del 77% de las solicitudes de asilo ante USCIS llevaban pendientes más de 180 días. Casi el 40% de los casos seguían sin resolverse después de dos años.

Incluso si se alcanzara ese promedio de procesamiento de 180 días, la propuesta requeriría que los solicitantes esperen un año desde la fecha de presentación de su solicitud —en lugar de seis meses— para poder acceder a un permiso de trabajo, según los mismos funcionarios.

No está claro cuándo se anunciaría públicamente esta regulación ni si sufrirá modificaciones antes de ser finalizada.

En un comunicado, el Departamento de Seguridad Nacional, que supervisa a USCIS, declaró que no comenta sobre “procesos deliberativos ni posibles decisiones”.

“Durante los últimos cuatro años, la administración Biden ha destruido la integridad del sistema de asilo de Estados Unidos. El Departamento está explorando todas las opciones posibles para proteger nuestra seguridad nacional y aumentar la integridad del programa”, indicó el DHS. “Estamos trabajando para mitigar todas las formas de fraude y abuso”.

Los cambios que estudia la actual administración se aplicarían tanto a solicitantes de asilo con casos pendientes ante USCIS como a quienes enfrentan procesos de deportación ante tribunales migratorios, supervisados por el Departamento de Justicia.

El asilo puede ser otorgado a personas extranjeras que se encuentren en territorio estadounidense y demuestren que huyen de persecución por motivos de nacionalidad, raza, religión, opiniones políticas o pertenencia a un grupo social determinado. Aunque factores como la nacionalidad y la representación legal son clave, muchas solicitudes no cumplen con el umbral legal exigido para ser aprobadas, según datos oficiales.

Aun así, en la última década, ante un número récord de llegadas en la frontera con México, las solicitudes de asilo se han disparado. USCIS está manejando alrededor de 1.5 millones de solicitudes, mientras que los tribunales migratorios revisan otros 2 millones, según datos gubernamentales.

El plan en evaluación busca eliminar lo que los funcionarios de Trump describen como un “imán” que atrae a migrantes que supuestamente usan el sistema de asilo como excusa para trabajar en EE.UU. La propuesta recuerda una regla emitida en 2020 durante el primer mandato de Trump que pretendía extender el período de espera para obtener autorización de trabajo de seis meses a un año, además de imponer otras restricciones.
Esta posible nueva norma sería otro paso de la segunda administración Trump para hacer que Estados Unidos sea un lugar inhóspito para los solicitantes de asilo.

Justo después de regresar a la Casa Blanca en enero, el presidente Trump prácticamente cerró el sistema de asilo, otorgando a los agentes fronterizos la autoridad para deportar de inmediato a la mayoría de los migrantes bajo el argumento de que el país enfrenta una “invasión”. Esta orden de emergencia está siendo impugnada por defensores de inmigrantes, quienes sostienen que ignora la ley de asilo estadounidense.