Capitolio: ¿Cómo combinar la seguridad y el acceso público?
AP
Washington Hispanic:
Los legisladores intentan hallar un equilibrio entre la apertura y la seguridad después del ataque del viernes a unos pasos del Capitolio y casi tres meses después de que una turba lo invadió, con el fin de “asegurarse de que sea tan seguro como se necesite pero tan libre como sea posible”, según dijo un senador el domingo.
El enorme complejo ha sido rodeado por un cercado y tropas de la Guardia Nacional desde la revuelta del 6 de enero, cuando simpatizantes del entonces presidente Donald Trump irrumpieron en el Capitolio en un momento en que los congresistas certificaban el triunfo electoral de Joe Biden.
El ataque del viernes, que ahora se cree fue un incidente aislado por parte de un hombre perturbado, ocurrió apenas semanas después de que se removiera el cercado perimetral y se redujera la presencia militar en el Capitolio. El hombre embistió con su vehículo a dos agentes en una barricada fuera del recinto, matando a uno de ellos antes de ser abatido a tiros por la policía.
El incidente puso de relieve la persistencia y la variedad de amenazas que enfrentan el Congreso y los agentes encargados de proteger el recinto legislativo.
“Creo que el Capitolio siempre ha sido un blanco. Necesitamos estar conscientes de eso”, dijo el senador Roy Blunt, el republicano de mayor rango en la Comisión de Reglas y Administración del Senado, que supervisa el lado del Capitolio donde se encuentra la cámara alta.
El senador dijo en el programa “This Week” de la cadena ABC que el Capitolio es “un elemento importante de quiénes somos. Es un símbolo importante de quiénes somos. Y necesitamos tener eso en mente en cada decisión que tomamos”.
El teniente general retirado Russel Honoré, quien fue designado por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, para llevar a cabo una revisión de seguridad del Capitolio tras la insurrección de enero, dijo que está claro que el recinto se ha vuelto un blanco más llamativo.
Su grupo de trabajo recomendó medidas al Congreso para reforzar la seguridad física del complejo, incluyendo la contratación de cientos de policías adicionales, mayor supervisión en los accesos, mejorar el sistema de vigilancia y desarrollar planes para un cercado de rápido despliegue. Pero el domingo indicó que es improbable que se coloque una valla permanente en gran escala.
“Desde el interior del Capitolio, después de hablar con muchos miembros del Congreso tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes, de ambos partidos, todos nos dejaron la impresión de que su misión número uno es resguardar el Capitolio, pero asegurándose de que el público tenga acceso al 100%”, dijo Honoré a ABC.
Indicó que después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 se emplazó a 250 miembros de la Guardia Nacional “en el Capitolio durante dos años. Y podríamos ver eso nuevamente”.
Blunt dijo que se debería retirar el cercado permanente.
“No creo que cumpla con la función que se requiere. De hecho, el cercado estaba ahí cuando el auto se metió”, declaró. “Creo que sería un error que el cercado fuera parte permanente del Capitolio”.
El agresor del viernes, al que la policía identificó como Noah Green de 25 años, estrelló un vehículo contra el policía William Evans y otro agente que estaban en una barricada a sólo 91 metros (100 yardas) del Capitolio. Salió del automóvil con un cuchillo antes de que la policía lo abatiera a disparos, señalaron funcionarios.