Acusan de soborno a congresista Henry Cuéllar y su esposa

Después de meses de investigación de la policía federal (FBI), el congresista demócrata Enrique Roberto “Henry” Cuéllar, de 68 años, y su esposa, Imelda Cuéllar, de 67 años, fueron acusados formalmente el viernes por nueve cargos criminales por presuntamente haber recibido sobornos, por influencia extranjera ilegal y lavado de dinero, entre otros.

La acusación se concretó en el Distrito Sur de Texas, y el mismo viernes los dos involucrados hicieron su comparecencia inicial ante la jueza federal Dena Hanovice Palermo, en una corte de Houston, según dio a conocer el Departamento de Justicia de los Estados Unidos en un comunicado.

Los dos acusados se declararon “no culpables” en dicha comparecencia.

La pareja enfrentará procesos por separado y en el caso de Henry Cuéllar -quien representa a Texas-, se le permitió su libertad luego de asegurar una fianza de $100,000 dólares y aceptar restricciones de viajes, salvo a Washington DC, donde cumple sus funciones en el Capitolio de Estados Unidos.

“Sobre las siguientes restricciones en relaciones personales, residencia o viaje… (tiene) permiso de viajar a DC para asuntos congresales. Todos los otros viajes (…) requieren una moción ante la corte”, indica el documento.

  • Otros documentos judiciales especifican que Cuéllar debía entregar sus armas, las cuales ya le fueron retiradas por agentes de la ley, según se confirmó.
  • Cuéllar tiene prohibido estar en posesión de cualquier tipo de arma, beber alcohol en forma excesiva y no poseer ningún tipo de drogas, salvo aquellas prescritas por un médico.

 

Los cargos

De acuerdo con los documentos judiciales pertinentes, desde diciembre de 2014 y hasta noviembre de 2021, el congresista Cuéllar y su esposa Imelda supuestamente aceptaron aproximadamente 600.000 dólares en sobornos de dos entidades extranjeras: una empresa de petróleo y gas de propiedad total y controlada por el gobierno de Azerbaiyán, y un banco con sede en la Ciudad de México. 

Los pagos de sobornos fueron supuestamente “lavados”, mediante contratos de consultoría falsos, a través de una serie de empresas fachada e intermediarios en empresas fantasma propiedad de Imelda Cuéllar. 

La acusación señala que, a cambio de los sobornos pagados por la compañía de petróleo y gas de Azerbaiyán, el congresista Cuéllar supuestamente acordó utilizar su cargo para influir en la política exterior de Estados Unidos a favor de Azerbaiyán. 

Y a cambio de los sobornos pagados por el banco mexicano, Henry Cuéllar supuestamente acordó influir en la actividad legislativa y asesorar y presionar a funcionarios de alto rango del Poder Ejecutivo estadounidense con respecto a medidas beneficiosas para el banco. 

Las acusaciones incluyen los siguientes cargos:

  • Dos cargos de conspiración para cometer soborno de un funcionario federal y para que un funcionario público actúe como agente de un principal extranjero, cinco años en prisión por cada cargo,
  • Dos cargos de soborno a un funcionario federal, 15 años de prisión por cada cargo.
  • Dos cargos de conspiración para cometer fraude electrónico de servicios honestos, 20 años de prisión por cada cargo.
  • Dos cargos de violación de la prohibición de que funcionarios públicos actúen como agentes de un mandante extranjero, dos años de prisión por cada cargo.
  • Un cargo de conspiración para encubrir lavado de dinero, 20 años de prisión.
  • Cinco cargos de lavado de dinero, 20 años de prisión por cada cargo.