Inmigrantes hispanos temen registrarse para seguros médicos
AP
Washington Hispanic
El número de inmigrantes legales latinoamericanos en Estados Unidos que acceden a los servicios de salud pública y se inscriben en seguros médicos subsidiados por el gobierno ha bajado substancialmente desde la llegada a la presidencia de Donald Trump, muchos de ellos temiendo que su información sea usada para identificar y deportar a familiares que viven ilegalmente en el país, dicen activistas.
Trump basó su campaña en gran parte en promesas de frenar la inmigración ilegal y deportar a cualquier inmigrante que no tenga permiso de residencia. Pero muchos residentes legales en Estados Unidos y ciudadanos estadounidenses están perdiendo acceso a atención médica como resultado, dicen los activistas.
Después que Trump llegó a la Casa Blanca, “cada día, familias cancelaron” sus planes de Medicaid y “la gente realmente no buscó acceso a ninguno de nuestros programas”, dijo Daniel Bouton, director en el Community Council, una organización sin fines de lucro en Dallas que se especializa en inscripciones en servicios de salud para familias de bajos ingresos.
La tendencia se estabilizó un poco a medida que avanzó el año, pero sigue siendo claro que el polarizado debate sobre inmigración está teniendo un efecto negativo en la participación hispana en los programas de salud, particularmente en la temporada de inscripciones que terminó en diciembre.
La organización ayudó a una empelada doméstica mexicana de 52 años, residente legal, a registrarse para el seguro médico federal por dos años.
Pero ahora la mujer no tiene seguro, por temores a que las autoridades de inmigración usen su inscripción para localizar a su esposo, que está ilegalmente en el país. Ella incluso pondera no inscribir a sus hijos, de 15 y 18 años, en el programa de seguro para niños, pese a que los dos nacieron en Estados Unidos.
«Tenemos miedo de enfermarnos o sufrir un accidente, pero el temor de que mi esposo sea deportado es mayor”, dijo la mujer, que declinó dar su nombre, en una entrevista telefónica.
No sólo los inmigrantes hispanos están optando por no inscribirse en los programas de salud que comenzaron o fueron expandidos durante la presidencia de Barack Obama, están decidiendo también no buscar tratamiento cuando se enferman, dicen Bouton y otros.
“Una trabajadora social dijo que tenía una cliente que no se estaba tratando con quimioterapia porque tenía un hijo que vive ilegalmente en el país”, dijo Oscar Gómez, director general de Health Outreach Partner, una organización nacional de entrenamiento y defensa de derechos.
My Health LA provee servicios de atención médica primaria en el condado de Los Ángeles a residentes de bajos ingresos que no tienen los documentos que les harían elegibles para programas públicos, como el Medicaid estatal. De acuerdo con su reporte anual, 189.140 participantes se registraron en el programa en el año fiscal 2017, pero 44.252, es decir el 23%, se retiraron más tarde. No estaba claro cuándos de esos son hispanos.