Comentarios de Trump acentúan fisuras entre evangélicos
Washington Hispanic
AP
Los comentarios vulgares de Donald Trump sobre los inmigrantes haitianos y africanos están acentuando las fisuras entre los evangélicos de Estados Unidos, un sector importante de su base.
Mientras que algunos siguen apoyándolo, hay cristianos conservadores que lo están tildando de racista y afirman que los líderes eclesiásticos tienen la obligación moral de condenarlo.
“La postura pro-life (en contra del aborto) suena falsa si alguien no tiene problemas con esta intolerancia xenofóbica”, sostuvo en un tuit el pastor Earon James, de la Relevant Life Church de Pace, Florida.
Trump obtuvo el 80% de los votos de los evangélicos blancos en las elecciones presidenciales del 2016. Pero encuestas recientes indican que está perdiendo apoyo en ese sector, en que solo el 61% aprueba su gestión, comparado con el 78% de febrero del año pasado, según el Centro de Investigaciones Pew.
Los cristianos conservadores están profundamente divididos en torno a Trump.
Muchos líderes evangélicos que lo defendieron en el pasado no quieren hablar de lo que dijo sobre la inmigración ante un grupo de senadores. Unos pocos lo criticaron. El pastor Ronnie Floyd, ex presidente de la Convención Bautista del Sur (Southern Baptist Convention), expresó que “no está bien” denigrar a una persona.
Johnnie Moore, ejecutivo de relaciones públicas y uno de los principales asesores evangélicos de Trump, cree que las versiones de lo que dijo Trump son “muy sospechosas y politizadas”.
El senador demócrata Dick Durbin, que estuvo en la reunión del jueves en la Casa Blanca en que Trump hizo su comentario, y otras personas a las que se les informó del encuentro, dijeron que Trump efectivamente dijo lo que salió a la luz: Cuestionó el que Estados Unidos admita más inmigrantes de Haití y de “países de m…” de África. Hizo su comentario al rechazar un acuerdo bipartidista sobre inmigración.
El senador republicano Lindsey Graham, que según Durban objetó el comentario de Trump, no cuestionó la descripción de Durbin. Pero el domingo el senador republicano David Perdue, que estuvo en la reunión, insistió en que Trump no usó la vulgaridad que se le atribuye.
El pastor Mark Burns se muestra escéptico, pero opinó que si Trump dijo lo que se le atribuye, simplemente reflejó las pobres condiciones de Haití y África, producto de “gobiernos perezosos”.
El reverendo Robert Jeffress, pastor de la First Baptist de Dallas y habitual visitante de la Casa Blanca, sostuvo que, al margen del lenguaje empleado por el presidente, “la política de Trump es la acertada” pues antepone los intereses de Estados Unidos a los de otras naciones.
No obstante, hay mucha insatisfacción entre numerosos cristianos conservadores, que difundieron en las redes sociales fotos de familiares inmigrantes. El obispo Talbert Swan, de la Iglesia de Dios en Cristo, la denominación pentecostal negra más grande del país, tuiteó una foto de uno de sus nietos, hijo de lo que describió como una nuera haitiano-estadounidense “educada y trabajadora”.
Swan, quien vive en Springfield, Massachusetts, afirmó que los comentarios de Trump fueron “viles, groseros y racistas” y usó el hashtag #ImpeachTrump, que pide un juicio político al mandatario.
Una buena cantidad de inmigrantes africanos son cristianos que se incorporaron a congregaciones evangélicas de Estados Unidos y critican las actitudes de Trump en ese terreno, postulando políticas inmigratorias más generosas.
Thabiti Anyabwile, pastor de la Anacostia River Church, congregación bautista del sur de Washington, dijo que su iglesia incluye cristianos de Ruanda, Nigeria, Guyana, Camerún y Zimbabue.
“Esta es mi familia inmigrante, mis verdaderos hermanos y hermanas en Jesucristo”, escribió en el portal evangélico The Gospel Coalition. “Como pastor, no puedo avalar los comentarios que nuestro presidente hace sobre los inmigrantes y sus países de origen. No puedo dejarlos solos para que escuchen expresiones racistas, discursos malévolos, calumnias blasfemas contra la imagen y la semejanza de Dios de la que están hechos”.
Los evangélicos están conscientes de los cambios geográficos en el mundo cristiano. La cantidad de fieles disminuye en Estados Unidos y Europa occidental, pero aumenta enormemente en África, Asia y otras regiones, al tiempo que genera lazos que cruzan fronteras.
Todd Johnson, director del Centro para Estudios de la Cristiandad Global del Seminario Teológico Gordon-Conwell, dijo que los cristianos africanos votan con el bloque evangélico en Estados Unidos y les preocupa el apoyo de los evangélicos de Estados Unidos a Trump.
“Sé de muchos africanos que están estupefactos por esto”, señaló Johnson.
Tish Harrison Warren, autora y sacerdotisa anglicana que sirve en la Iglesia de la Ascensión de Pittsburgh, Pensilvania, teme que haya una ruptura entre los evangélicos de adentro y de afuera de Estados Unidos. Su denominación, la Iglesia Anglicana de América del Norte, fue creada bajo el liderazgo de obispos anglicanos africanos para servir a los episcopales conservadores de Estados Unidos y a otros. Su iglesia local incluye fieles de Uganda, Irán, Turquía, China y otras naciones.
“Esto le hace mal al evangelismo”, manifestó Warren en alusión a los comentarios de Trump. “Uno se habitúa a que diga cosas estrafalarias. Es de esperar de él. Pero espero más de la iglesia y de los líderes cristianos”.