Republicanos y demócratas ponen la mira en futuras primarias

E. EDUARDO CASTILLO
AP

andidatos republicanos y demócratas dejaban atrás el miércoles las primarias en New Hampshire y ponían la mira en las futuras contiendas internas, que se ven poco claras ante el auge de candidatos no tradicionales.

Entre los republicanos, Donald Trump se dirigía a South Carolina, un territorio más conservador que sirvió de baluarte para el movimiento derechista Tea Party. Además se informó que Chris Christie está considerando renunciar a su campaña.

Entre los demócratas, la próxima contienda es en Nevada, donde continuará la pelea entre el senador de Vermont Bernie Sanders y la ex secretaria de Estado Hillary Clinton.

Los resultados no hicieron mucho para esclarecer el panorama de las contiendas internas de ambos partidos que ahora tardarán meses en definirse. Las cúpulas de los partidos empiezan a expresarse inquietas por la incertidumbre, especialmente sobre cuán entusiastas seguirán estando los votantes frente a candidatos no tradicionales.

Para los republicanos, el panorama parece despejado para Trump y para el senador de Texas Ted Cruz, aunque el contingente de candidatos sigue siendo numeroso y la contienda probablemente tardará meses en esclarecerse.

Trump se negó a dar apoyo a ninguno de sus rivales. «Creo en realidad que todos son amenazas potenciales», declaró Trump el miércoles en entrevista con el canal MSNBC. «Sin embargo y yo no tengo problema en enfrentar amenazas».

Contados casi todos los votos en New Hampshire, Trump iba con ventaja de 35%. Un resultado sorprendente fue el del gobernador de Ohio John Kasich, que quedó segundo, una hazaña que le será difícil replicar. Cruz quedó de tercero, luego el ex gobernador de Florida Jeb Bush, luego el senador de Florida Marco Rubio y Christie de sexto.

Sanders aventajó a Clinton por 22 puntos porcentuales con más del 90% de los votos escrutados.

Clinton, por su parte, expresó que había entendido el mensaje de los votantes.

«La gente tiene derecho a estar molesta», dijo Clinton, «pero la gente también está deseosa de soluciones. ¿Qué es lo que vamos a hacer?»

A partir de ahora, las primarias de cada partido van por rutas diferentes.

La próxima contienda demócrata es en Nevada, donde Sanders pondrá a prueba su popularidad lejos de su región y ante una población más heterogénea y urbana.

«Hemos enviado un mensaje que retumbará desde Wall Street a Washington, desde Maine a California», dijo ante entusiasta seguidores en Concord. Su campaña comenzó a transmitir el miércoles anuncios publicitarios en Oklahoma, Minnesota, Colorado y Massachusetts, anticipando que el apoyo a Sanders crecerá allí.

El miércoles Sanders se reunió en Nueva York con el reverendo Al Sharpton para debatir temas de interés para la población afroamericana.

Aun así, Nevada es considerado territorio favorable a Clinton, en parte por sus fuertes lazos con la comunidad hispana de ese estado y por la posición que tienen allí sus aliados en el Partido Demócrata.

Los republicanos iban a South Carolina, el primero de una serie de estados del sur que sostendrán elecciones primarias. Las consultas en esa región serán una prueba de si Cruz, Rubio o ambos podrán soportar una larga contienda contra Trump. Ambos tienen fuertes comités organizadores en South Carolina y en los estados que sostendrán sus consultas en marzo.

La otra incógnita es si Bush podrá sacar provecho de los lazos tradicionales que tiene su familia con los jerarcas de South Carolina. Su campaña el miércoles difundió anuncios de radio en que su hermano, el ex presidente George W. Bush, le da su respaldo.