Nombran súper fiscal para el caso de Rusia

Víctor Caycho
Washington Hispanic

a sorpresiva designación del exdirector del FBI, Robert Mueller, como fiscal especial para supervisar una investigación federal relacionada con la presunta interferencia del gobierno de Rusia en la elección presidencial estadounidense en 2016, encontró el inmediato apoyo del liderazgo demócrata y republicano en el Senado, y del mismo presidente Donald Trump.

Mueller, que dirigió al FBI durante los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, respondió a la propuesta del Departamento de Justicia en un breve comunicado: “Acepto esta responsabilidad y la atenderé con la mejor de mis capacidades”.

El subsecretario de Justicia, Rod Rosenstein, había dado a conocer previamente en otro comunicado que el nombramiento de Mueller era “necesario para que el pueblo estadounidense tenga total confianza en el desenlace”.

“Lo que he determinado es que, con base en las circunstancias únicas, el interés público requiere que coloque esta investigación bajo la autoridad de una persona que ejerza un nivel de independencia de la cadena normal de mando”, afirmó Rosenstein. Reveló también que Mueller acordó renunciar a su compañía legal privada “para evitar cualquier conflicto de interés con los clientes o abogados de la firma”.

Mueller gozará de amplios poderes para investigar si miembros de la campaña de Trump sostuvieron vínculos con el Kremlin con el fin de influir en los comicios. También tendrá la autoridad para procesar judicialmente cualquier delito que sea descubierto en la investigación.

El mandato también abarca todos los “asuntos que surgieron o pudieran surgir directamente de la investigación”, lo que indica que Mueller podría explorar las circunstancias del fulminante despido del exdirector del FBI, James Comey, la semana anterior, así como un memorando que Comey preparó para narrar una conversación que sostuvo en febrero con el presidente.

En un comunicado difundido por la Casa Blanca el mismo miércoles, el presidente Trump señaló que “como lo he dicho varias veces, una exhaustiva investigación confirmará lo que ya sabemos: no hubo colusión entre mi campaña y alguna entidad extranjera. Ansío que este asunto concluya rápidamente”.

Amplio apoyo
Legisladores de ambos partidos elogiaron el anuncio, entre ellos la senadora Dianne Feinstein, la demócrata de mayor rango en la Comisión de Asuntos Jurídicos, quien destacó que “no había mejor persona a la cual pedirle que realizara estas funciones”.

“Es respetado, talentoso y cuenta con el conocimiento y la capacidad de hacer lo correcto”, afirmó.
El senador Richard Burr, republicano de Carolina del Norte y presidente de la comisión de inteligencia, aseveró que la designación es una “buena decisión”.

“Al tener a alguien como Bob Mueller al frente de cualquier pesquisa le asegura al pueblo estadounidense que no existe ninguna influencia indebida, ya sea aquí, del otro lado de la avenida Independencia o al interior del Departamento de Justicia o el FBI”, comentó Burr.

El senador Charles Schumer, de Nueva York y jefe de la minoría demócrata en el Senado, en un comunicado alcanzado a Washington Hispanic indicó que “un fiscal especial era muy necesario en esta situación y el fiscal general adjunto Rosenstein ha hecho lo correcto”.

Schumer añadió que “el ex director (del FBI) Mueller es exactamente la persona correcta para este trabajo. Ahora tengo la mayor confianza de que la investigación seguirá los hechos donde quiera que ellos se realizaron”.

Asimismo, el senador demócrata Robert Menéndez, de Nueva Jersey, consideró la designación de Mueller como “un paso importante hacia la restauración de la confianza de los estadounidenses”.

“Lo importante ahora –prosiguió-, es asegurarnos que esta investigación tenga los recursos necesarios, libre de conflictos de intereses y completamente protegida de la política partidista».