No más separación de niños

Víctor Caycho
Washington Hispanic

El presidente Donald Trump dio marcha atrás en su política migratoria de “cero tolerancia” y el miércoles 20 ordenó poner fin a la separación las familias inmigrantes que ingresan sin documentos por la frontera sur para pedir asilo o refugio.

En un acto en la Casa Blanca al que asistieron el vicepresidente Mike Pence y la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, Trump firmó una orden ejecutiva que no permite separar a centenares de menores de edad –entre ellos docenas de menores de cinco años-, de sus padres cuando son arrestados por la policía fronteriza.

El presidente sostuvo que la nueva medida no significa un retroceso. Dijo que quienes ingresen de manera ilegal por la frontera siempre serán detenidos para enfrentar cargos criminales en las cortes, aunque ahora permanecerán con sus hijos.

Fue una caótica semana la que se vivió tras revelarse la situación de esos niños separados –que suman un total de 2,342-, algunos en jaulas de concreto. Los de menor edad eran enviados a albergues en diversas partes del país.

La situación se tornó crítica cuando se difundieron audios donde se escucha a los pequeños llorando y reclamando a sus padres, hecho que generó una montaña de protestas en toda la nación.

La primera dama tuvo mucho que ver con la decisión. El lunes 18, su portavoz aseveró en una declaración que Melania Trump “aborrece” ver a niños que son separados de sus padres, y que “cree que tenemos que ser un país de leyes, pero también tenemos que ser un país que gobierna con corazón”. Y el jueves, la primera dama visitó dos instalaciones de Texas que alojan a los menores separados y pidió devolverlos a sus padres “lo más pronto posible”.

Al cabo de una avalancha de protestas, recriminaciones y peticiones de compasión surgidas desde toda la nación, el presidente Donald Trump firmó el miércoles una orden ejecutiva que revierte en parte la política migratoria de cero tolerancia implementada por su administración.

Durante días, el mandatario se había negado a hacerlo, al señalar que estaba obligado de acuerdo a ley y que le correspondía al Congreso tomar una decisión al respecto.

Pero los audios de niños llorando y pidiendo por sus padres, de los que habían sido separados por ingresar ilegalmente a la frontera en busca de asilo o refugio, causaron conmoción en todas las esferas políticas del país, incluyendo senadores y líderes republicanos que se unieron al coro de llamados para poner fin a esta situación.

El miércoles 20 y contra lo que había sostenido desde la semana pasada, el presidente Trump convocó a la prensa a la Oficina Oval de la Casa Blanca. Allí, junto al vicepresidente Mike Pence y la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, firmó la orden ejecutiva.

Trump advirtió que esa medida que pone fin a la separación de familias no acabará con su política de tolerancia cero en materia migratoria. “Vamos a tener fronteras muy, muy seguras, pero mantendremos unidas a las familias”, dijo. Añadió que se continuará procesando a los inmigrantes que crucen la frontera sin autorización.

También destacó que la orden ejecutiva mantendrá a las familias unidas mientras dure el proceso y que se buscará acelerar sus casos.

Durante la semana, varios legisladores, entre ellos los senadores Chris Van Hollen (de Maryland) y Jeff Merkle (de Oregón), visitaron los centros de detención de Brownsville, Texas. El martes 19, en conferencia de prensa en Washington indicaron que fueron testigos de la “cruel e inhumana” situación de varios niños separados de sus familiasy aseguraron que el presidente debía poner fin a la medida con su sola firma.

Los menores

De acuerdo a la orden ejecutiva del miércoles, no se estipula qué se hará con los menores de edad que ya fueron separados de sus padres o familiares en la frontera en las últimas semanas.
Autoridades reportaron que suman 2,342 los niños que fueron separados de sus familias en las últimas semanas, entre ellos docenas de menores de 5 años de edad, otros no llegan a los 2 años e incluso algunos que todavía no saben hablar.

Los niños se encuentran en varios centros y albergues de varias ciudades, no sólo fronterizas. Decenas de ellos fueron llevados al centro Elizabeth, en Nueva Jersey, y al colindante estado de Nueva York.

MELANIA TRUMP: “ME VOY PARA TEXAS”

La primera dama Melania Trump fijó su posición contraria a la medida que separa a los niños de sus familiares arrestados en la frontera.

Es más, ella decidió viajar el jueves 21 a Texas para visitar dos instalaciones hasta donde habían sido enviados algunos de los niños, entre ellos el Upbring New Hope Children’s Center.
Su vocera Stephanie Grisham contó que el viaje se organizó en las últimas 48 horas. «La primera dama nos dijo que quería ir y nosotros nos encargamos de organizarlo”, explicó la vocera, quien aseguró que el presidente estuvo al tanto del viaje y la apoyó totalmente.
«Ella le dijo ‘Me voy a Texas’ y él le dio su apoyo”, declaró.

“La primera dama quería ver por su cuenta cuál era la situación”, relató Grisham.
La señora Trump viajó en compañía del secretario de Salud y Asistencia Social, Alex Azar, y fue informada sobre la situación de los 55 menores albergados en ese centro, que es administrado por los servicios sociales de la iglesia luterana.

Otras evidencias muestran a Melania Trump como una de las personas del entorno presidencial que convencieron al presidente a revocar su política.

Entre ellas una declaración en la que afirma que le “aborrece” ver que hay niños que están siendo separados de sus padres. “La primera dama cree que tenemos que ser un país de leyes, pero también tenemos que ser un país que gobierna con corazón”, añadió el documento difundido por Grisham.

Además, instó a las autoridades para que los 2,342 niños separados sean devueltos a sus familias en el menor tiempo posible.