“Cada Persona Un Voto”, define por unanimidad la Corte Suprema

Patricia Guadalupe
Washington Hispanic

sta semana la Corte Suprema tomó una decisión que por haber ocurrido en una semana de primarias electorales acaparó poca atención pero sirve mencionarla de nuevo por ser sumamente importante, en particular para la comunidad inmigrante.

La corte de justicia de última instancia en el país confirmó que cada persona cuenta para los efectos de establecer distritos electorales; es decir, cada persona, no cada ciudadano. Los juristas determinaron que los fundadores de Estados Unidos establecieron en la constitución que todos los residentes deben ser incluidos en cualquier conteo, no sólo para determinar distritos congresionales, sino también para otras cuestiones, como el censo que se realiza cada 10 años y que calcula la población del país con la mayor exactitud posible.

Según el fallo de la corte, los distritos electorales deben diseñarse según el total de la población y no según el número de personas elegibles para votar.

“Las decisiones pasadas de esta corte refuerzan la conclusión de que estados y regiones deben cumplir con el principio de ‘una persona, un voto”, escribió la jueza Ruth Bader Ginsburg, reflejando la opinión de la mayoría. “Los que no votan (por no ser ciudadanos) tienen un papel importante en muchos debates sobre políticas públicas. Y es que el diseño de distritos congresionales sirve de base para determinar fondos para toda una variedad de programas. Por ejemplo, un distrito con un mayor número de residentes recibe más fondos federales que un distrito con poca población”, añadió.

“La distribución en proporción a la población total promueve una representación más igualitaria y efectiva”, determinaron los juristas.

Esa decisión por unanimidad es un revés para varios grupos conservadores que intentan dejar a los inmigrantes indocumentados fuera de cualquier debate o decisión en la sociedad.

“Me alegro mucho de que la corte haya tomado esa decisión”, comentó el congresista demócrata Tony Cárdenas, de California, que figura entre los legisladores con el más alto porcentaje de latinos en su distrito: 70 por ciento. “Los inmigrantes merecen ser incluidos y participar en todos los aspectos de nuestra nación y no merecen ser atacados. Somos una nación de inmigrantes”, dijo.

Mientras tanto, una coalición de grupos que aboga por los derechos de los inmigrantes continúa un intenso esfuerzo para tramitar la ciudadanía estadounidense entre inmigrantes elegibles y registrar votantes.

La campaña Enfrentemos el Odio (Stand Up to Hate, en inglés) dice que han atendido a más de seis mil personas sólo el mes pasado y que definitivamente notan un alza en las solicitudes de naturalización y empadronamiento, en parte debido a la movilización que hacen para enfrentar ataques y retórica en contra de los inmigrantes.

“Los candidatos republicanos han marcado su territorio con políticas llenas de odio en contra de las familias inmigrantes. Comunidades latinas e inmigrantes no lo ignoran”, explica Rocío Sáenz, subdirectora del sindicato de trabajadores de servicio, o SEIU, como se conoce por sus siglas en inglés. “De costa a costa, seguimos viendo los centenares de residentes permanentes legales elegibles para procesar la ciudadanía teniendo el futuro en sus manos y solicitando esa ciudadanía.

«No hay mejor manera de enfrentar el odio”, señaló.