Organizaciones invitan a romper el silencio

Jossmar Castillo
Washington Hispanic

l ambiente de hostilidad en contra de los inmigrantes indocumentados que la administración federal, comandada por el presidente Donald Trump, propicia, pesa sobre las mujeres que en casa sufren de violencia doméstica. Y es que por temor a ser deportadas, muchas soportan en silencio el abuso de aquella persona que en algún momento juró amor incondicional.

En este mes de octubre, en el que aparte del Mes de Concienciación sobre Cáncer de Mama, se conmemora el Mes Contra la Violencia de Género, decenas de organizaciones se unieron para recordarle a las mujeres del área metropolitana de Washington que no están solas y que pueden denunciar el delito sin temor a ser deportadas.

«No debemos dejar que el miedo nos tenga viviendo en violencia doméstica» mencionó Dilcia Molina, presidenta de la Coalición de Agencias Latinas Contra la Violencia de Género. Reiteró a las mujeres que dentro de estas agencias hay más de 90 personas que hablan el idioma español y entienden la cultura.

Mark Haufrek, director de la organización Mil Mujeres, compartio que, en su experiencia como abogado, es muy poco probable que una víctima de violencia doméstica sea detenida por a policía y procesada para deportación.

«Al contrario, es mucho mejor que una víctima denuncie a su agresor con la policía. Tenemos que ser más valientes que nunca», reiteró Haufrek.

El sistema de justicia de los Estados Unidos permite que aquellas personas que hayan sido víctimas de actos criminales apliquen para una serie de visas, entre ellas la tipo U, que se le otorga a la víctima si el delito ocurrió en los Estados Unidos, viola sus leyes y la persona afectada colabora con las autoridades policiales durante el proceso de investigación.
La obtención de una visa de no inmigrante también significaría que la persona podría conseguir un permiso de trabajo. Pero más allá de un permiso de trabajo o una visa, hablar con alguien puede salvarle literalmente la vida.

El homicidio es una de las principales causas de muerte entre las mujeres menores de 44 años en los Estados Unidos. Los Centros de Control de Enfermedades (CDC, en inglés) dan cuentas de que cinco de cada 10 mujeres fueron asesinadas por sus novios, ex parejas o por alguien conocido. También resaltan que una de cada diez de esas víctimas había vivido algún tipo de violencia un mes antes su muerte.

La Clínica del Pueblo, un centro de salud que sirve a la comunidad inmigrante de Washington, reiteró su apoyo a la iniciativa que busca acabar con la violencia. En este centro pueden encontrar asistencia sicológica, grupos de apoyo como el programa «Entre Amigas», entre otras.

Salir del circulo de la violencia no es fácil, y eso bien lo sabe «Luchita», una inmigrante boliviana que pensó haber encontrado al amor de su vida y que después de casados, el cuento de hadas se le convirtió en pesadilla.

Luchita, quien ante el constante acoso de su ex esposo prefirió mantenerse en el anónimato, descubrió que la mejor manera de enfrentar a un agresor es hablar con las autoridades y buscar un grupo de apoyo.

«Yo, con tanta educación que tengo, jamás imaginé que me quedaría callada, aguantando todo este maltrato. Menos mal que Dios me puso ángeles en mi camino que me ayudaron a romper el ciclo de la violencia», dijo Luchita.

Los cónsules de El Salvador y México se mostraron a favor de la iniciativa de incentivar a las mujeres a que dejen de sufrir en silencio. Ena Peña, de El Salvador, dijo que su oficina está dispuesta a guiar a personas a las instituciones pertinentes, mientras le dan prioridad a los asuntos de aquellos que padecen de esta situación.

Rafael Laveaga, de México, informó que la Ventanilla de Salud de la Sección Consular ofrece ayuda a las personas que lo necesiten. Los ciudadanos mexicanos que buscan ayuda contra este flagelo.

Marcha en Mt. Pleasant

La Coalición de Agencias Latinas contra la Violencia de Género tiene prgoramado realizar una marcha y una vigilia el 27 de octubre en Mount Pleasant, a partir de las 5:30 de la calle. Los asistentes caminarán entonces desde el parque hasta la Columbia Road y la Calle 18, NW, en Adams Morgan.