MD dice No al plomo en el agua de sus escuelas

Víctor Caycho
Washington Hispanic

Organizaciones de pediatras, educadores, padres de familia y autoridades de todo el estado de Maryland se han unido para demandar “acciones inmediatas” al Congreso estatal y apruebe una amplia legislación actualmente en debate con la que se ponga fin a los elevados niveles de plomo en el agua que consumen millones de sus estudiantes.

Esos altos índices fueron detectados en diversas pruebas realizadas en los centros educativos de Maryland, entre ellos un estudio elaborado en 2017 por el centro de Vigilancia de Plomo en la Sangre Infantil del Departamento del Medio Ambiente estatal. Dicha investigación determinó que 1,049 niños en edad escolar en el estado tenían niveles de plomo en la sangre por encima de los 5 microgramos por decilitro. Los expertos consideran que a partir de un nivel de 2 microgramos por decilitro ya se pueden producir daños “permanentes e irreversibles” en los niños.

Esos efectos están asociados con deficiencias en el aprendizaje, carencia de atención, falta de control en los impulsos emocionales e incluso retraso en el habla de los menores.

Ese mismo año, una legislación patrocinada por el delegado demócrata Stephen B. Lafferty (representante de Baltimore) ordenó la realización de un examen más amplio, el cual descubrió que alrededor de 3 mil escuelas de Maryland tenían niveles de plomo de 20 partes por billón y en algunos casos mucho más, como fue el caso de la escuela secundaria Albert Einstein, en Kensington, donde un examen del agua en la cocina escolar dio un resultado de 700 partes por billón. Otras 23 escuelas, en el condado de Montgomery, dieron resultados de 100 partes por billón o más.

Al respecto, la FDA (Food and Drug Administration) ha fijado un límite de no más de 5 partes por billón de plomo en el agua como adecuado para el consumo humano.

Otras pruebas demostraron elevados niveles de plomo en el agua que se entrega en escuelas de Anne Arundel, Baltimore, Carroll, Calver, Howard, Montgomery y Prince George’s, entre otros.
“Por eso decimos, ¡basta!, ¡es suficiente!, y necesitamos tomar acción para lograr los más bajos y seguros niveles que se puedan conseguir, para que los niños que van a los edificios escolares sean saludables y estén listos para aprender”, afirmó Ruth Ann Norton, presidenta y CEO de la organización Green & Healthy Homes Iniciative.

También han elevado sus voces los directivos de la Academia Estadounidense de Pediatras, el sindicato de maestros de Baltimore, la Asociación de Educación del Estado de Maryland, el Concejo de Padres y Educadores de Montgomery, los Departamentos de Salud y Recursos Humanos de varios contados, entre otros.

El Congreso estatal ha escuchado ese clamor y ya se encuentra en debate la iniciativa House Bill 1253 patrocinada por el delegado Jared Solomon (Montgomery) y el senador estatal Cory McGray (Ciudad de Baltimore), cuyo objetivo es reducir al mínimo en nivel de plomo en las escuelas del estado y que al mismo tiempo crea un programa de subsidios para financiar este esfuerzo.

“Nuestros niños pasan la mayor parte del día en sus escuelas y necesitamos saber que el agua que consumen es segura”, señaló Solomon, quien añadió que esos menores son particularmente susceptibles al plomo, “y cualquier exposición puede tener un efecto debilitante en su aprendizaje, crecimiento y conducta”.

La legislación incluye subsidios para las escuelas que reduzcan los niveles de plomo en sus fuentes de agua, y apoya medidas para construir estaciones de envases de agua en los propios centros educativos.