Arlington rinde homenaje a sus centenarios

Jossmar Castillo
Washington Hispanic

A finales del mes de junio el condado de Arlington realizó una fiesta para rendir homenaje a los residentes que llegaron o han sobrepasado la increíble cifra de los 100 años de edad, y ellos dijeron: ¡presente!.

Nueve centenarios que fueron maestros, veteranos de guerra y negociantes; y sus familiares fueron llenando de a poco la cafetería del Centro Comunitario Walter Reed, que queda entre la North Glebe Road y la Columbia Pike y se sintieron como en su hogar.

La amena música que tocaba la banda The Sunshine llenaba los espacios que dejaban las conversaciones entre los adultos mayores, que casualmente se conocen entre ellos, pues han participado de esta celebración en años anteriores, o porque viven juntos en la misma comunidad para adultos.

“¡Raymond! Ven aquí para una foto”, exclamó la señora Vera Punke mientras este periodista trataba de captar una imagen del grupo. El señor Raymond Renola no dudó en hacerle caso a la amable pero firme voz de la centenaria. Ambos viven en la Comunidad de Retiro The Jefferson, en Ballston.

Ambos sobrepasaron los 100 años de edad y no tienen signos de parar. Ellos estuvieron presentes en 2016 cuando el Departamento de Servicios Humanos (DHS), y su división que se enfoca en adultos mayores, organizaron el primer evento anual de este tipo.

“Tenemos un registro de que hay 37 personas con 100 años o más en nuestro condado”, dijo Maimoona Bah-Duckenfield, jefa del Departamento de Coordinación y Servicios Comunitarios del DHS. Diecinueve de ellos respondieron que asistirían al evento. “Pero sabes que todo depende de cómo se sientan el mismo día”, comentó.

La señora Vera Punke, oriunda del estado de Rhode Island, hizo de Arlington su hogar cinco años atrás. Ella era dueña de dos tiendas de regalo y cuando decidió retirarse se fue a Florida. Como tiene a una hija que vive en el condado, decidió vivir acá antes que seguir haciendo los largos viajes para visitar.

Y vaya que le agrada haber venido a este suburbio de Washington. Le agrada mantenerse ocupada con actividad y sobre todo conversar con las demás personas. “Siempre tiene un consejo para quien lo necesite”, mencionaba una pequeña biografía que la presentaba en el evento.

Algo que no le agrada ver es la división que siempre ha existido en la sociedad y “en este tiempo se alimenta este sentimiento aún más”, dijo con una mirada que parecía de desilusión. Pero rápidamente el estar con sus compañeros de residencia la mantienen un poco alejada de esos pensamientos.

“Que el número de personas que alcanza esta edad crezca en nuestra comunidad, es un testamento de que se están manteniendo activas, y siendo parte de donde viven. Personalmente me encanta hablar con ellos y escuchar la historia de sus vidas”, señaló Christian Dorsey, vicepresidente de la Junta del Condado de Arlington.

Durante el evento, Dorsey entregó certificados de reconocimientos de parte de Patrick Hope, delegado del Ayuntamiento estatal de Virgnia.

Dorsey atribuye la estadía de adultos mayores en el condado a la serie de programas atléticos, recreativos y de otro interés que mantiene a los adultos lo más activos posible y a la comunidad de voluntarios dispuestos a colaborar con diligencias y pequeños trabajos que los adultos necesiten.

“La clave para mantener un estilo de vida activo y saludable a esta edad es conseguir la manera no sólo de ocupar tu tiempo, sino de estimular tu cuerpo y mente”, sostuvo Dorsey.

Y como no siempre se tiene la oportunidad de pasar tiempo con personas que llegan a la edad de 100 años o más, los menos adultos aprovecharon la oportunidad para sacarles sus “secretos” que les han permitido vivir hasta esa edad.

La señora Mary Lockett, quien tiene 100 años y que apenas dejó de conducir 10 años atrás sin recibir una multa en su vida, dijo que no fuma ni bebe, y que tiene una ración diaria de arándanos.

La señora Mary Nash dijo que es importante ejercitar el cuerpo y la mente. Mientras que la señora Vera Punke, hay que rodearse de amigos y proponerse retos. Contó que cuando tenía 75 años aprendió a jugar “Bridge”, un juego de cartas, y ahora lo juega todos los días con otras personas.

“Eso es lo que voy a hacer esta tarde”, dijo la señora Vera Punke mientras se preparaba para regresar a su residencia después de una buena charla, un buen almuerzo y buena música.