Titánica lucha en México

María Verza y Peter Orsi
Ciudad de México / AP

l cierre de esta edición, la desesperación se incrementa entre familiares que hasta hace poco albergaban la esperanza de rescates rápidos, en momentos en que las autoridades y voluntarios seguían por tercer día consecutivo la búsqueda de posibles sobrevivientes entre los escombros de edificios derruidos a causa del terremoto del martes 19 en la Ciudad de México.

Más de 50 personas fueron rescatadas sólo en la Ciudad de México, incluidas dos mujeres y un hombre que fueron sacados con vida la noche del miércoles 20 de los restos de un edificio caído.

Aun así, la frustración crecía en momentos en que las labores de búsqueda se extendieron por tercer día.

Y a lo que muchos se habían aferrado como un ejemplo de un posible triunfo de la vida sobre la muerte resultó un caso de completa desinformación: la Secretaría de Marina anunció en la tarde del jueves 21 que no había ninguna niña atrapada entre los restos de una escuela colapsada en el sur de la capital, pese a que por dos días las autoridades se afanaron en una búsqueda desesperada por la supuesta menor que atrajo la atención dentro y fuera de México.

El mismo día, la Secretaría de Gobernación informó que la cifra total de fallecidos por el sismo de 7,1 que sacudió el centro de México se incrementó a 273, incluidos 137 en la capital. La dependencia informó en un comunicado que también hubo 73 muertos en Morelos, 43 en Puebla, 13 en el Estado de México, seis en Guerrero y uno en Oaxaca. Más de 2.000 personas resultaron lesionadas.

Uno de los casos más dolorosos fue precisamente el de la escuela Enrique Rébsamen en el sur de la Ciudad de México, donde 19 niños murieron junto con seis adultos. Otros 11 niños lograron ser rescatados en el lugar.

Dos días después del sismo de 7,1 grados que sacudió el martes 19 el centro de México y dejó al menos 226 muertos en cinco estados, las imágenes se repetían: edificios desplomados, rostros descompuestos por la angustia y cientos de personas trabajando codo a codo, con las autoridades día y noche, para rescatar a quienes quedaron atrapados bajo los escombros.

El temblor produjo grietas, derrumbes e incendios en comercios, escuelas, hospitales y oficinas de la Ciudad de México. Diversos negocios cerraron, el tráfico mantenía las avenidas paralizadas y desde sus automóviles la gente escuchaba con preocupación los últimos reportes de daños y fallecidos.

Centenares de rescatistas buscaban sobrevivientes entre los restos de una escuela primaria que se derrumbó parcialmente en el sur de la ciudad. Algunos familiares dijeron que habían recibido mensajes de texto de dos niñas en el interior.

El secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, indicó en un tuit que 26 personas habían muerto –entre ellas 21 niños y cuatro de sus maestros-, 11 habían sido rescatadas y 29 seguían desaparecidas en la escuela Enrique Rebsamen.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, difundió más tarde un mensaje en video llamando a la calma y señalando que las autoridades se enfocarán en la búsqueda de personas que quedaron atrapadas bajo los escombros de inmuebles colapsados.

“La prioridad en este momento es continuar el rescate de quienes aún se encuentran atrapados y dar atención médica a los heridos”, señaló en un mensaje a la nación desde la capital del país.

En total, 52 personas han sido rescatadas con vida desde el temblor, confirmó la Secretaría de Desarrollo Social de la ciudad, que añadió en un tuit: «No bajemos los brazos».

Soldados, policías, bomberos y voluntarios seguían escarbando entre los escombros, a veces avanzando centímetro a centímetro con sus propias manos y otras ayudados por excavadoras y grúas para levantar losas pesadas de concreto.

«Todavía hay gente que se queja allí. Les faltan tres pisos para retirar los escombros. Y todavía se escucha gente allí», dijo Evodio Darío Marcelino, un voluntario que trabajaba junto a decenas de personas más en un edificio de departamentos derrumbado.

32 años después

El sismo ocurrió menos de dos semanas después de otro de 8,1 grados de magnitud que dejó más de 90 muertos en el sur del país. También coincidió con el 32 aniversario del terremoto de 1985, el más letal en la historia del país, que dejó miles de fallecidos sólo en la capital y poco después de que se realizara un simulacro a nivel nacional para recordar este hecho.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) señaló que el sismo tuvo una magnitud de 7,1 grados y que el epicentro se ubicó a cinco kilómetros al noreste de la localidad de Raboso, en el estado de Puebla. El movimiento, que tuvo 51 kilómetros de profundidad, se registró poco después de la una de la tarde hora local (18:14 GMT).

El alcalde de la ciudad, Miguel Ángel Mancera, anunció el jueves que un total de 115 personas murieron en la capital mexicana tras el terremoto que remeció Ciudad de México y los estados vecinos.

Eso elevaría la cifra de fallecidos en todo el país a 245.

En el sur de la capital mexicana tres torres de apartamentos colapsaron en una misma calle.
Carlos Mendoza, de 30 años, ayudó a remover escombros y auxiliar en el rescate de víctimas en uno de los edificios caídos en la colonia Roma. Cubierto de polvo, dijo que llevaba tres horas trabajando y había logrado sacar a dos personas vivas del derrumbe. “Al ver esto, venimos a ayudar. Está fea, muy fea… Es muy triste, alarmante”, afirmó.