Terror vuelve a Colombia

César García
Bogotá / AP

Al menos ocho personas murieron y otras 27 resultaron lesionadas por la explosión de un coche bomba en la academia de policía de la capital colombiana el jueves 17, según las cifras iniciales reportadas por las autoridades.

Reinaba el caos afuera de la Escuela de Policía General Santander, en Bogotá, con ambulancias y helicópteros acudiendo al lugar cuyo acceso suele ser muy controlado.

Testigos dijeron que escucharon una gran explosión que destruyó ventanas en los edificios adyacentes. En el lugar se podía apreciar a un vehículo calcinado rodeado de escombros en el arbolado campus de la academia.

El Ministerio de Defensa dijo que al menos ocho personas murieron y 27 resultaron heridas.

Rafael Trujillo dijo que entregaba un paquete de cuidados a su hijo Gerson, quien había ingresado a la escuela hacía dos días, cuando se detuvo en seco por la explosión a una cuadra de la muy fortificada entrada de la escuela.

“Estoy muy triste y preocupado porque no tengo ninguna noticia de mi hijo”, dijo Trujillo afuera de la instalación, en donde agentes habían acordonado el perímetro. “Nos recuerda de épocas muy tristes”.

El presidente Iván Duque dijo que él y sus principales comandantes del ejército apuraron el regreso a la capital de una visita en un estado occidental para supervisar las investigaciones policiales de lo que calificaron “un acto miserable”.

“Todos los colombianos rechazamos el terrorismo y estamos unidos para enfrentarlo”, tuiteó Duque. Colombia “no se doblega ante la violencia”, prosiguió.

Durante décadas, los residentes de Bogotá vivieron con el temor de ser víctimas de ataques con bombas por los terroristas o el cártel de Medellín de Pablo Escobar. Sin embargo, al tranquilizarse el conflicto en Colombia, la seguridad ha mejorado y los ataques son menos frecuentes.

Aunque las autoridades todavía deben determinar quién está tras el ataque, la atención se centró en los rebeldes del izquierdista Ejército de Liberación Nacional (ELN), que han intensificado sus ataques contra policías en Colombia durante un punto muerto con el conservador Duque sobre cómo reanudar las conversaciones de paz.

Durante mucho tiempo, el ELN fue considerado una amenaza militar menor ante las FARC, cuyos 7.000 guerrilleros fueron desarmados bajo el acuerdo de paz de 2016. Sin embargo, al alba del acuerdo de paz la insurgencia terrorista inspirada por Cuba ha ganado fuerza, sobre todo en la frontera oriental con Venezuela, en donde ha perpetrado una serie de ataques con bombas a oleoductos y secuestros. Eso ha endurecido la determinación de Duque de negarse a reanudar las conversaciones de paz que están suspendidas desde agosto, cuando ocupó el mando.

El ataque con bomba del jueves fue el más mortal en la capital desde una explosión en el lujoso centro comercial Andino en junio de 2017 en donde tres personas murieron, incluida una francesa, y 11 resultaron heridos.

La policía después arrestó por el ataque a supuestos miembros de un grupo guerrillero urbano de la extrema izquierda llamado Movimiento Revolucionario del Pueblo.