Jesuitas pedirán apertura de juicio en El Salvador

AP
Washington Hispanic

a comunidad jesuita de El Salvador informó el jueves que pedirá la reapertura del juicio contra un grupo de militares señalados por su presunta participación en la matanza de seis sacerdotes españoles y sus dos colaboradoras en 1989.

La decisión de la Compañía de Jesús se conoce la víspera del aniversario del asesinato múltiple y luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos rechazara la solicitud de suspender la extradición a España del coronel en retiro Inocente Orlando Montano, acusado de ayudar a planear el asesinato.

El abogado del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), Manuel Escalante, dijo durante una entrevista con la radio YSUCA que con la extradición del exmilitar, de 76 años, “el efecto inmediato es que habrá juicio en España contra Inocente Montano”. Pero advirtió que el resto de los militares presuntamente involucrados no podrán ser juzgados porque El Salvador ha rechazado los pedidos de extradición que pesaban sobre ellos.

Escalante dijo que si Montano es sometido a juicio en España se podrá combatir la impunidad histórica y, si es condenado, se conocerá cómo ocurrieron los hechos.

Por ello, manifestó, es necesario que el Órgano Judicial salvadoreño reconozca lo que ocurrió y ante la pasividad de la Fiscalía General de la República para investigar la matanza “los defensores de las víctimas y las víctimas vamos a pedir justicia, vamos a pedir la reapertura del juicio”.

Según documentos oficiales Montano formaba parte del grupo de militares acusados de conspirar para matar a los sacerdotes, que estaban ayudando a organizar las conversaciones de paz. En un principio el gobierno salvadoreño trató de inculpar al guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, pero luego se supo que el hecho había sido perpetrado por los militares.

Los seis curas españoles fueron ejecutados el 17 de noviembre de 1989 de disparos en la cabeza en el jardín de la casa en la que vivían en el campus de la UCA. Sus dos colaboradoras también fueron asesinadas.