Muerte de Facundo Cabral no queda impune

Redacción
Washington Hispanic

n tribunal guatemalteco condenó a 30 años de prisión a cinco hombres acusados de la muerte del cantautor argentino Facundo Cabral.

Cabral, de entonces 74 años, murió cuando acompañaba al empresario nicaragüense Henry Fariñas, quien fue atacado en por un grupo de hombres armados en 2011.

Fariñas que rindió su declaración en forma anticipada, dijo que fue él quien trajo a Guatemala a Cabral para que hiciera una presentación artística.

La jueza Yassmín Barrios, quien leyó el fallo dijo que el tribunal condenó a cada uno de los acusados a 30 años de prisión, más 20 años por el asesinato en grado de tentativa contra Fariñas, quien resultó herido en el atentado.

Rodolfo Enrique Cabral, nombre real del cantante, murió de heridas en el cráneo, dijo el tribunal.
Entre los acusados se encuentra el costarricense Alejandro Jiménez González, alias El Palidejo, señalado de ser el autor intelectual del atentado.

Jiménez González y Fariñas habían tenido problemas por la compra-venta de un club.

También fueron condenados Elgín Enrique Vargas, Adelino García Lima, Wilfred Allan Stokes y Juan Hernández Sánchez. El grupo fue juzgado por asesinato, asesinato en grado de tentativo y asociación ilícita.

García Lima y Hernández Sánchez fueron quienes dispararon, dijo el tribunal.

El día del crimen, el 9 de julio de 2011, a las 5 de la mañana, Fariñas ofreció llevar a Cabral al aeropuerto cuando se produjo el atentado.

Fariñas llegó herido a una estación de bomberos y fue trasladado a un hospital mientras Cabral quedó muerto dentro del vehículo del lado del copiloto.

Cámaras de video revelaron cómo los acusados vigilaron, persiguieron y ejecutaron el crimen.
Josué Benedicto Cerón de la Cruz, colaborador eficaz y miembro de la banda que asesinó a Cabral, reveló detalles de la estructura y forma de operar de la banda.

Según un peritaje el vehículo quedó con 25 impactos de bala.

El Tribunal dijo que los familiares de la víctima podrán solicitar una reparación digna.