Nancy Reagan, una Primera Dama que sentó la moda

Jocelyn Noveck
Nueva York / AP

l igual que su emblemático rojo intenso, Nancy Reagan abordó siempre la moda y el estilo con audacia.

Para bien o para mal, trajo con ella a la Casa Blanca su afición imperturbable por el lujo y la alta costura, representada en el vestido que lució en la toma de posesión de su marido en 1981: un brillante traje blanco de una sola manga bordado de cristales, diseñado por John Galanos.

Ese vestido se exhibe en el Smithsonian Institution, no lejos del traje de una manga que lució otra primera dama con gran estilo, Michelle Obama, durante la investidura de su esposo, apunta Lisa Kathleen Graddy, curadora del Museo Nacional de Historia.

Disfrutaba la moda y creía que era parte de su trabajo promover la moda estadounidense».

“Nancy Reagan tenía un sentido de elegancia muy claro”, apunta Graddy. “Disfrutaba la moda y creía que era parte de su trabajo promover la moda estadounidense. Sabía que era observada, que la gente se fijaba en qué llevaba puesto y de QUIÉN. Sentía que esta era una posición muy pública y a menudo formal, y que debía vestirse consecuentemente”, añadió.

A menudo, eso se tradujo en opulentas creaciones de Oscar de la Renta, por ejemplo, o de Galanos. También favoreció a Bill Blass. Pero la primera dama no solo estaba interesada en su propio estilo individual, según Graddy. “Ella creía en darle un cierto estilo para la Casa Blanca”, explica Graddy. “Tenía una visión precisa de cómo la Casa Blanca y la presidencia, y Estados Unidos, debían presentarse a nivel internacional”.

El 20 de enero de 1981, el presidente Ronald Reagan y la primera dama Nancy Reagan bailan en la fiesta de investidura del mandatario, en Washington DC. Nancy Reagan lleva un brillante traje blanco de una sola manga bordado de cristales, diseñado por John Galanos, vestido que hoy se exhibe en el Museo del Smithsonian Institution.

No resulta sorpresivo que una de las secciones de la exhibición en “Las primeras damas en el Smithsonian” que incluye a la señora Reagan se titule “Primeras damas a la moda”. Su vestido allí no es rojo, pero muchas de sus conocidas fotos la muestran en ese color.

“Un poco de respeto para la mujer que de algún modo logró apropiarse de todo un color”, dijo la actriz Alison Fraser, quien interpretó a la primera dama recientemente en el musical off-Broadway “First Daughter Suite”, en el Public Theater.

En el espectáculo de Michael-John La Chiusa, Fraser apareció apoltronada junto a una piscina en un traje de baño y bata rojos. Dice que pese a sus reservas sobre la primera dama en otras áreas no relacionadas con la moda, su investigación para el papel la hizo darse cuenta de que “la mujer tenía estilo. … Cuando estaba en el escenario usando el fabuloso traje de baño y bata rojos diseñados por Toni-Leslie James, absolutamente sentí que podía dominar al mundo”.

“En su caso”, agrega Fraser, la frase “’vestida para triunfar’ adquirió todo un nuevo significado”.

Histórica foto tomada el 17 de enero de 2003, con varias ex primeras damas en una gala benéfica en homenaje de Betty Ford en Indian Wells, California. De izquierda a derecha: Rosalynn Carter, Barbara Bush, Betty Ford, Nancy Reagan y la entonces senadora Hillary Rodham Clinton. Foto: Reed Saxon / Archivo AP

Claro, el gusto de la señora Reagan por el lujo también la metió en problemas. Junto con sus esfuerzos para engalanar la Casa Blanca y renovar su vajilla de porcelana con fondos de una fundación privada, su elegante vestuario le mereció un apodo indeseado: “Reina Nancy”. Fue criticada por sus gustos caros, señala Carl Anthony, historiador de la Biblioteca Nacional de Primeras Damas, quien también escribió discursos para la señora Reagan.

La primera dama también se vio en problemas por aceptar ropa de diseñadores, violando así –inconscientemente, sostiene Anthony- la entonces nueva Ley de Ética Gubernamental de 1978.
Pero la señora Reagan ayudó a su propia causa al burlarse de su propia imagen con la canción “Second-Hand Clothes” (Ropa de segunda mano), una parodia de “Second-Hand Rose”, en el homenaje humorístico Gridiron de 1982 en Washington, lo que le mereció el aplauso de los periodistas presentes.

ELLA MISMA PLANIFICÓ SU FUNERAL
– La ex primera dama Nancy Reagan falleció el domingo 6 de marzo a los 94 años, en su casa en la zona de Bel-Air de Los Ángeles por insuficiencia cardiaca congestiva, precisó su asistente Allison Borio.
– En la última parte de la vida del ex mandatario, Nancy Reagan fue la compañera de su batalla de 10 años con la enfermedad de Alzheimer.
– Su proyecto más conocido como primera dama fue la campaña “Just Say No”, la que pedía a los jóvenes que simplemente le dijeran “NO a las drogas”.
– A partir del miércoles 9 de marzo se observan tres días de luto oficial junto con varios eventos conmemorativos en honor a la ex primera dama estadounidense Nancy Reagan.
– Este viernes 11 se realizará el funeral, que fue planificado meticulosamente por la misma ex primera dama. Tal como en vida siempre estuvo de lado de su esposo, Nancy Reagan será sepultada a pocos centímetros de donde descansa el ex presidente, en un promontorio que da hacia el océano Pacífico.
– La misma ex primera dama trazó los planes para las coronas de flores, la música que debe entonar la banda marcial y la lista de invitados a la ceremonia privada.

BREVE CARRERA EN HOLLYWOOD
– Antes de convertirse en primera dama, Nancy Reagan tuvo una breve carrera como actriz en Hollywood, donde compartió la gran pantalla con figuras como Barbara Stanwyck, Ava Gardner, Glenn Ford y Ray Milland
– Luego de unos pocos años en Broadway, Reagan, entonces conocida como Nancy Davis, se mudó a California y firmó un contrato de siete años con la Metro Goldwyn Mayer que la llevó a aparecer en 11 largometrajes.
– El último de ellos fue “Crash Landing” de 1958, un drama regular de Fred F. Sears sobre un piloto (Gary Merrill) que reflexiona sobre su aquejado matrimonio (con el personaje de Reagan) mientras atraviesa una crisis con los motores durante un viaje sobre el Atlántico.