Nuevos ciudadanos, nuevos electores

EDITORIAL
Washington Hispanic

stos días han resultado trascendentales para muchas familias, buen número de ellas de origen hispano. Entre el 12 y el 22 de febrero, más de 20 mil personas, de todas las razas y edades, juraron lealtad a los Estados Unidos, el país que los acoge, en más de 180 ceremonias de naturalización programadas por el Servicio de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés).

“Cualquiera hayan sido sus orígenes o sus opiniones políticas, todos nuestros presidentes han reconocido que no podríamos haber tenido éxito como una nación si no fuera por las contribuciones de los inmigrantes”, afirmó León Rodríguez, director de los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés), en una de las ceremonias.

Rodríguez destacó que estos evento se daban en el marco del Día de los Presidentes, celebrado el lunes 15 de febrero, en homenaje a George Washington, el primer presidente que tuvo la nación, y a todos los presidentes que han conducido las riendas del país.

“A través de las contribuciones que ellos hacen, nuestros más recientes ciudadanos fortalecerán la fábrica de nuestra nación y reforzarán la herencia de los Estados Unidos como una nación de inmigrantes”, dijo.

Como ocurre habitualmente en este tipo de ceremonias, los nuevos ciudadanos compartieron sus historias, cada cual más espontánea y aleccionadora.

Washington Hispanic considera que esta juramentación tiene una importancia vital cuando se desarrolla la campaña por las primarias, que tendrán su epílogo en las elecciones presidenciales de noviembre. Nuevos ciudadanos significa nuevos electores, aptos para ejercer su derecho cívico plenamente.

A ellos, como a todos los electores hispanos ya registrados, les convocamos para que acudan a las mesas de votación, a fin de ser protagonistas de un derecho que es amparado por la Constitución del país.