Empieza construcción de nuevo estadio

Redacción
Washington Hispanic

n medio de protestas y expectativas, autoridades locales del Distrito de Columbia y directivos y jugadores del D.C. United acudieron al acto de demolición en el lugar donde estará el nuevo estadio del equipo de la MLS en el cuadrante suroeste de la ciudad.

La estructura tendrá un costo de $300 millones y podrá albergar unos 20 mil fanáticos que gritarán en favor de los rojinegros cuando el estadio sea completado en la primavera del 2018. A mediados de diciembre de 2015 el concejo municipal de DC le dio luz verde al proyecto.

“El futuro de Buzzard Point es brillante, y este estadio de fútbol lo hará aún más brillante”, dijo la alcaldesa Muriel Bowser la mañana del lunes, antes de que las maquinarias empezaran a destruir una galera que se encuentra en el lugar donde se erigirá la nueva casa del D.C. United.

La alcaldesa dijo que la construcción de este nuevo estadio estimulará la actividad económica a la orilla del río y creará cerca de 900 empleos para residentes del Distrito.

Mientras la demolición estaba en curso, activistas de la organización Empower DC, protestaban contra la obra, porque supuestamente temen que no se haya hecho lo suficiente para excavar en un área que padece de contaminación industrial.

Pero la alcaldesa reiteró que la construcción sería consciente de las preocupaciones ambientales.
Otros que no cabían en el pellejo eran los directivos del D.C. United, que se estableció en la capital de la nación y que desde entonces ha sido ganador de la Liga MLS en cuatro temporadas.

“Este edificio significará el nuevo paso en nuestra evolución como club, pero seguiremos representando nuestros valores principales cuando nos convertimos en catalizadores del desarrollo económico en el muelle del Distrito.

El D.C. United actualmente juega en el estado Memorial Robert F. Kennedy, en el suroeste del Distrito y que fue casa de los Senadores de Washington, y de los Redskins. Ahora lo que queda pendiente es saber para qué se va a utilizar el terreno del RFK y que pertenece al Distrito de Columbia.